T. S. V.

La plantilla de la SE Eivissa no tuvo ayer noticias oficiales del club en cuanto a la destitución de Joan Francesc Ferrer Rubi, por lo que algunos jugadores se enteraron al recibir la llamada de Ultima Hora. Tal es el caso del capitán Raúl Garrido o Ibon Begoña, dos veteranos con mucho peso en el vestuario ibicenco.

Ambos jugadores prefirieron no extenderse en sus declaraciones. Garrido comentó que «evidentemente, hasta que no tenga noticias del club no puedo comunicar prácticamente nada». «Doy por hecho que es así, pero repito que, hasta que no me digan a mí nada, no puedo decir mucho. Es una lástima, porque la situación está fastidiada. Es una cosa que se podía entrever, pero no tengo ninguna comunicación oficial por parte del club».

Ibon Begoña continuó con el mismo discurso que su compañero. El lateral zurdo, que ayer se quedó sin jugar, reconoció que «algo me han dicho, pero de forma extraoficial. Es una cosa que estaba en el aire y podía pasar, pero, por respeto, prefiero no decir nada más hasta que el míster hable y el club lo haga oficialmente público. Es mi forma de pensar».

Juan Carlos Sanz, otro de los jugadores más veteranos del plantel ibicenco, señaló que «no sé si lo han despedido o no. Es algo que tiene que comunicar el club. Ya lo asimilaremos». El centrocampista no sabe si la medida es la correcta: «Si es positivo o negativo se verá con el tiempo. Lo que está claro es que si la directiva ha decidido hacer este cambio lo habrá hecho a conciencia y pensando que es lo mejor. Si salimos del bache, pues posiblemente la medida habrá sido buena, y si seguimos igual, pues posiblemente no. Los partidos dictaminarán esto».

Sanz indicó que el hecho de que el míster sea la cabeza de turco es, para bien o para mal, lo habitual: «El fútbol es así y no lo podemos cambiar nosotros ni el Eivissa. Se toman estas decisiones porque, a veces, es mejor cambiar a uno que a 20».

Sobre la situación actual, el ex del Albacete apuntó que «si supiéramos lo que le pasa, se lo diríamos al presidente para que lo arreglara, pero no lo sabemos. Hay desánimo en la plantilla. Las cosas no salen, te preguntas qué pasa y no lo entiendes».