Rubén J. Palomo

Cada maestrillo tiene su librillo versa el célebre refrán castellano. Quique Yagüe quiere imprimir su estilo y su sistema de juego a un Eivissa que necesita como agua de mayo un revulsivo. El entrenador abulense demostró ayer en la sesión matinal su carácter y forma de dirigir, a la vieja usanza, a un equipo que se hallaba como un caballo desbocado.

El entrenamiento comenzó con un paliza física de más de media hora de duración a cargo del preparador físico, Xavi Gil, que ya ha regresado a sus labores con el cuerpo técnico. Jugadores como Àngel Sánchez o Javi Moreno, entre otros, acusaron el ritmo de carrera.

A continuación y con el brío de un sargento de hierro, Yagüe situó sobre el campo a sus futbolistas con el sistema de juego que quiere utilizar: 4-2-3-1. En la línea de dos pivotes defensivos, Germán sería el más retrasado. El nuevo técnico hizo hincapié en las jugadas a balón parado. Defender con mayor agresividad y sin dar espacio a los rivales. También profundizó en las vasculaciones defensivas y en juntar las líneas para cerrar espacios. En los saques del portero rival, el equipo debe estar 'cerradito' para ganar el balón. El central que vaya al salto será cubierto en la retaguardia por el otro zaguero, de manera que no haya posibilidad para el delantero de plantarse sólo ante el meta.

En ataque, uno de los pivotes deberá buscar el rechace, pero el otro, Germán, se dedicará exclusivamente a tareas destructivas. Todo para que el equipo no sea tan frágil defensivamente.

Quique Yagüe levantó la voz en diversas ocasiones para mantener la concentración y la intensidad de los suyos. Por la tarde, el equipo estaba citado a las 18,00 horas para realizar otro entrenamiento. El nuevo preparador, que no podrá sentarse en el banquillo si el club no llega a un acuerdo con Rubi, quiere tener listo al equipo para recibir al Badalona. Quiere a sus futbolistas con los cinco sentidos puestos en esa trascendental cita.

Àngel Sánchez, OK

El mediapunta Àngel Sánchez ya está disponible para el partido ante el Badalona. Después de tres semanas de tratamiento con inyecciones de ozono, Sánchez viajó a Barcelona el pasado lunes para las últimas sesiones. «Ahora estoy a disposición del míster después de cinco semanas muy duras», dijo el jugador ayer. Àngel lleva desde la semana pasada entrenando a buen ritmo y ya está dispuesto a jugar.

El canario se refirió también a la situación de crisis que atraviesa el equipo y al duelo del domingo ante el segundo clasificado: «Somos conscientes de que ya estamos en un tramo de liga importante. No estamos haciendo las cosas bien. El club trata de solucinar los problemas y ante el Lledia se vio un cambio de actitud. Tenemos que adaptarnos al estilo de Yagüe, que no nos hagan tantas ocasiones y empezar a sumar de tres en tres. Viene un equipo hecho para jugar el play off pero nuestra situación es crítica y tenemos que tratar de ganar». En cuanto a su nuevo entrenador, opina: «Quiere que jugemos con una intensidad más alta, que nos ayudemos y que nos dejemos ya de pamplinas. Nos estamos jugando mucho y cada partido es una final».