La canaria Gloria Casanova consiguió ayer la medalla de plata en la final del Open femenino de kumite, la cuarta medalla que España consigue en los Mundiales de Tokio, tras perder en la final por decisión contra la japonesa Yuuka Sato.

Tras dos contactos y un empate en el combate inicial y en el suplementario, los árbitros dieron como ganadora del open de kumite a la japonesa. Los árbitros sacaron dos banderitas rojas y dos azules, sin embargo el voto del árbitro central, en este caso el italiano Saccaro, valía doble.

La canaria, compañera de equipo de la ibicenca Irene Colomar, y que participaba por última vez en su carrera en un mundial, no escondió su decepción a la salida del tatami. «Ella no quería pelear, quería que pasase el tiempo y jugársela a la decisión porque no es normal la actitud que llevó en todo el combate», dijo Casanova minutos después de su derrota. «Esto es lo que hay», dijo la española decepcionada.