Irene Pita Romero nació en Eivissa el 15 de agosto de 1990. Se trata de una adolescente más y no está obsesionada para nada con el ajedrez a pesar de tener un don innato, por lo que dedica su tiempo libre a estar con sus amigos o ir al cine. En estos momentos se encuentra en Terrassa estudiando Aeronáutica.

Tomás Sánchez Venzalá

Si las hermanas Susan (primera dama en ganar el título de Gran Maestro Internacional) y Judit Polgar (mejor jugadora de todos los tiempos) son historia viva del ajedrez mundial, Irene Pita ya lo es en Eivissa y Formentera. Esta mente privilegiada tuvo el honor este año de convertirse en la primera chica en hacerse con el título absoluto de las Pitiüses. Para que luego digan algunos que el sexo femenino es el débil. De eso nada. Pita lo ha dejado claro.

Esta ajedrecista de 18 años comenzó a mover piezas con apenas cinco años. El tablero lo llevaba ya grabado en los genes, puesto que toda su familia practica este juego: sus padres y sus hermanos Carlos, el mayor, y Marc, el menor. Pronto empezó a marcar las diferencias. No en vano, todos los años, a excepción de uno, se proclamó campeona escolar de Eivissa y Formentera. Empezaba a forjarse una leyenda, lo cual se corroboró cuando se proclamó tercera de España en la categoría sub 12.

Irene Pita tiene asumido que el ajedrez, para ella, es «un hobby» con el que pasa el tiempo. No tiene ningún ídolo en este mundillo y se lo toma como un simple juego. Quizá por eso ha llegado hasta donde ha llegado, porque actúa sin presión y, simplemente, divirtiéndose con algo que se le da muy bien. Eso sí, «hay que practicar», como dejó claro ayer. Ahora mismo está apartada de los tableros por su traslado a Terrassa, pero está barajando la posibilidad de enrolarse en las filas de algún equipo de la localidad.