Magali Foulon, nacida en Bélgica el 8 de enero de 1988 y residente en Eivissa desde muy pequeñita, comenzó a practicar el tiro con arco con apenas 12 años y en su primer año federativo, como cadete, ya fue capaz de proclamarse subcampeona de España. Desde entonces, su carrera deportiva ha ido creciendo a ritmo vertiginoso hasta el punto de conseguir cuatro títulos nacionales en 2007, algo difícil de superar, pero no imposible, como ella misma indicó ayer.

-¿Se creyó que el premio de mejor deportista era para usted cuando escuchó su nombre?

-La verdad es que sí, pero porque me habían dado un chivatazo hace unos días -confiesa entre risas-. Me dijeron que tenía que preparar un discurso y pregunté por qué y si era sólo yo, así que me enteré. Además, luego me lo confirmaron con una carta.

-¿Cómo definiría 2007?

-Ha sido un año aprovechable, en el que he aprendido muchas cosas. Me ha servido para ganar mucha experiencia.

-¿Se puede superar un año así?

-Es posible, pero difícil también. Me ha acompañado un poco la suerte. Ganar cuatro nacionales y dos baleares es importante, pero se puede intentar mejorar.

-¿Con qué sueña ahora?

-Con hacerlo bien en el Mundial de Corea, en septiembre. Acabar entre los ocho primeros por equipos estaría muy bien.

-¿Se puede vivir de esto?

-No. Si llegas a los Juegos Olímpicos recibes ayudas, pero de esto no te puedes plantear vivir a no ser que sea como monitor.

-¿Qué hace especial al tiro con arco?

-La gente. Es una familia. Mis amigos están aquí. Me apoyan y me enseñan mucho.

Foulon, arquera desde los 12 años, sueña con hacer un buen papel en el Mundial de Corea