Atlético de Madrid 2

PSV Eindhoven 1

ATLÉTICO: Coupet; Seitaridis, Ujfalusi, Heitinga, Pernía; Raúl García; Maxi Rodríguez, Maniche, Simao; Agüero y Forlán.

Cambios: Pablo por Heitinga, Paulo Assuncao por Raúl García y Sinama Pongolle por Agüero.

PSV: Saksson; Salcido, Maza Rodríguez, Brechet, Pieters; Simons, Méndez, Dzsudzsak; Afellay; Lazovic y Koevermans

Cambios: Culina por Pieters, Nijland por Méndez y Bakkal por Afellay.

Àrbitro: Massimo Busacca (Suiza). Amonestó a los visitantes Pieters (m. 42), Lazovic (m. 83) y Brechet (m. 84).

Goles:

1-0, minuto 12, Simao.

2-0, minuto 27, Maxi.

2-1, minuto 47, Koevermans.

Iñaki DufourMADRID

Una primera parte muy cómoda, con goles del argentino Maxi Rodríguez y el portugués Simao Sabrosa, cerró el pase del Atlético de Madrid para los octavos de final de la Liga de Campeones con una victoria ante el PSV Eindhoven (2-1), que sólo inquietada en la segunda mitad por los propios errores locales. El equipo rojiblanco ya está entre los dieciséis mejores de Europa, mantiene el liderato del grupo D del máximo torneo continental, igualado a ocho puntos con el Liverpool inglés, y encarará la última jornada, con su visita al estadio Velodrome de Marsella, con el primer puesto en juego.

No necesitó mucho el conjunto rojiblanco, el único dominador del choque hasta ese momento ante un rival tan conformista como temeroso en sus salidas al ataque, pese a que sólo le valía el triunfo para seguir vivo en el grupo D. Y lo pagó, porque los locales, en una de sus primeras ocasiones, transformaron el 1-0 con rapidez.

Fue en un envío del griego Giorgios Seitaridis al centro del área, en el que el mexicano Maxi Rodríguez se encontró con el balón sin capacidad para despejar ante la presión del argentino Sergio 'Kun' Agüero y el portugués Simao Sabrosa, que aprovechó esa indecisión del central del PSV para batir al sueco Isaksson (1-0).

El gol encarriló el billete del Atlético para la siguiente ronda, una situación cada vez más patente con la nula capacidad de reacción holandesa en la primera mitad. Ni en sus pensamientos más optimistas preveía un primer tiempo tan fácil el equipo rojiblanco, más aún cuando antes de la media hora mandaba por un cómodo 0-2. El segundo tanto, convertido por el argentino Maxi Rodríguez con un trallazo imparable para Isaksson a la salida de un saque de esquina y tras un mal despeje de la defensa visitante, y nuevas ocasiones ratificaron la superioridad del Atlético en el viaje hacia el descanso ante un contrincante hasta ese momento menor.

Sucedió lo contrario en el inicio de la segunda mitad, en el que el equipo holandés se encontró con un gol inesperado, el 2-1 (m. 47) conseguido por Danny Koevermans.

El Atlético, con una segunda parte desesperante y repleta de imprecisiones, no se apropió definitivamente de la victoria hasta el pitido final del árbitro. Ya está entre los dieciséis mejores de Europa en su regreso a la Liga de Campeones después de más de once años. Al final sufrió, pero certificó el pase a la fase final de la mejor competición continental.