Luis Àlvarez Coria tuvo el debut soñado el pasado sábado con el Gasifred Ciutat d'Eivissa, en el que comenzó una segunda etapa tras haber formado parte del equipo azulino entre 2005 y 2006. El lucense marcó dos goles, dio una asistencia y fue uno de los destacados en la victoria por 10-0 sobre el Ripollet, que se había plantado en el pabellón Blancadona como colíder de la categoría.

El ala afirmó que está «contento más por lo colectivo que por lo individual». «El equipo llevaba cuatro jornadas sin ganar y otra semana más sin hacerlo nos habría descolgado de la cabeza», agregó el jugador. Eso sí, el 10-0 le pareció excesivo: «Estuvo bien, pero fue un poco abultado. Ellos jugaron bastante mal el cinco para cuatro, pero en la primera parte habían mostrado un buen nivel y tocaban el balón arriba. Nosotros estuvimos mejor y a ver si podemos seguir estando arriba y dar una alegría a la afición».

El gallego reconoció que sus compañeros le han acogido con los brazos abiertos: «Desde el primer día me han tratado muy bien y hemos bromeado. Parecía que no me había marchado nunca».

Coria se sintió cómodo en la pista, aunque, según dijo, le costó un poquito adaptarse: «Al principio estaba un poco perdido, más que nada porque llevaba tiempo sin jugar con ellos, pero poco a poco me fui encontrando bien».

Para el técnico, Carlos Sánchez, sólo tuvo palabras de elogio: «Me lo presentó un verano otro entrenador, pero nunca había trabajado con él y la verdad es que le gusta mucho la táctica, la estrategia y no deja nada de lado. Informa bien del rival y esperamos que nos ayude a ascender con su trabajo».

Ahora, el ala sólo piensa en acabar también con el bache de resultados a domicilio. «Ya toca ganar fuera, porque queremos irnos de vacaciones como líderes».