Los futbolistas de la Peña Deportiva se ejercitaron ayer para preparar el encuentro del miércoles ante el Osasuna B que se jugará en las instalaciones de Tajonar. Foto: IRENE G. RUIZ

La Peña Deportiva ha puesto una vez más en entredicho la extendida opinión de que la SE Eivissa es el primer equipo de la isla. La historia, pero sobretodo los resultados, ponen a cada club en su sitio y anteayer el conjunto de Santa Eulària volvió a dar una lección de sacrificio y efectividad ante su eterno rival que le eleva al trono más alto del fútbol ibicenco. El Eivissa, a través de su nomenclatura, representa a la pitiusa mayor lejos del archipiélago. Sin embargo, en lo que a resultados se refiere, el club de Can Misses no puede hacer otra cosa que rendirse ante la hegemonía de una Peña Deportiva que esta temporada ya le ha asestado dos bofetadas sonadas que no hacen sino acrecentar su crisis interna.

El encuentro del sábado ejemplifica a la perfección el estilo implantado por una y otra escuela. La Peña resultaba sobre el césped un equipo más enjuto en el centro del campo que su rival. El inicio del encuentro invitaba a presagiar un paseo triunfal de los rojillos. Cinco ocasiones en apenas 15 minutos de los pupilos de Alfredo, sumados al tanto de Rial, dejaban contra las cuerdas a los de Luis Elcacho. Pero la alegría les duró poco a los de Vila. El plantel de la Villa del Río explotó sus bazas: las jugadas de estrategia, en las que Ondina es un auténtico experto, y los contragolpes de Alberto Heredia, un futbolista capaz de lo mejor y de lo peor, y que ayer deleitó con sus eléctricas galopadas. El 1-2 deja a los de Elcacho con los mismos puntos que el Eivissa, pero con un partido menos, el que disputan el miércoles ante el Osasuna B.

Última década

En la última década Santa Eulària ha sido literalmente inexpugnable para su vecino. Actuando como local, la Peña ha conseguido desde la temporada 1998/99 la friolera de nueve victorias y un empate ante el Eivissa, además de obtener 21 tantos a favor y sólo cuatro en contra. En Can Misses la historia tampoco se desvía demasiado. Tres triunfos rojillos, cuatro empates y tres victorias peñistas, con ocho goles a favor y otros tantos en contra para la entidad que preside Pedro Ortega. En total, 12 victorias de la Peña, cinco empates y tres triunfos del Eivissa.

Crudo presente

Pero hay que ajustarse a la presente temporada en la que ambos equipos se hallan en puestos de descenso. Una situación muy delicada que requiere un tratamiento de choque. En principio, lo que buscan tanto Eivissa como Peña Deportiva es reforzarse, dar amplitud a sus respetivos banquillos y competitividad a la plantilla. Sólo restan cinco días para que finalice el mercado de invierno y hay muchos frentes abiertos en ambos clubes. Los de Santa Eulària buscan apresuradamente una salida para Nacho Jara y cerrar los fichajes de un delantero centro, previsiblemente Luismi, y de un central que supla la ausencia de Nacho Villodre. El Eivissa, mientras, negocia hoy las salidas de Germán Mañogil, Jonan García y Julien Hornuss y acelera las gestiones para contratar a varios futbolistas del entorno de Alfredo Santaelena. El técnico conoce la categoría y a muchos jugadores del grupo madrileño de Segunda B, pero el problema es la pobre economía del club de Can Misses. La entidad sólo puede afrontar nóminas que ronden los 500 euros mensuales, cifra que no satisface las pretensiones de la mayoría de futbolistas de la categoría. De esta forma, la cesión parece la vía más factible para la llegada de refuerzos.