Hoy hay fiesta en Son Moix. El centro de operaciones mallorquinista asistirá esta tarde a una de esas funciones que, pese a carecer de contenido, llegan presentadas en un envoltorio de lujo. No hay nada en juego, pero sí muchas cosas que celebrar. En el caso del Mallorca, parece la excusa perfecta para festejar por todo lo alto la salvación junto a una afición hastiada de malas noticias. En el caso del Barça, las razones son aún más evidentes. Los de Guardiola, que el miércoles conquistaron la Copa y anoche, la Liga gracias la derrota del Madrid en Villarreal, serán agasajados por el público balear en una tarde traca y serpentinas (ONO Estadi, IB3, 19.00 horas).

El Mallorca, que el pasado sábado ya ofreció alguna que otra muestra de relajación en Sevilla, se ha marcado el propósito de homenajear a su afición con una victoria. Los jugadores y el cuerpo técnico quieren ponerse a la misma altura que Numancia, Espanyol y Atlético (los únicos representantes de la Liga que han derrotado esta temporada al Barcelona) y harán lo imposible para evitar que se empañen los resultados de los últimos meses, ya que el equipo no entrega las armas en casa desde el 11 de enero, cuando el torneo circulaba todavía por la primera vuelta.

Según ha reconocido el propio Manzano en las horas previas al encuentro, un triunfo ante el «futuro ganador del triplete» le daría una nueva dimensión al trabajo del grupo y ayudaría a amortiguar la previsible fiesta culé que va a vivirse en las gradas. La idea es contrarrestar el entusiasmo azulgrana a base de fútbol y goles y que los fastos por los títulos barcelonistas queden eclipsados por las celebraciones derivadas de la permanencia.

En cualquier caso, no será fácil. Al Barcelona no le hace falta forzar demasiado y lo más probable es que reserve combustible para la gran final de la Liga de Campeones, pero el conjunto insular acude a la guerra con lo justo. A las bajas ya previstas de Aouate, Nunes y Scaloni se unieron ayer las del Chori Castro y David Navarro y aunque todas las ausencias son dolorosas, la del central valenciano resulta especialmente nociva, ya que obligará al técnico de Bailén a improvisar una zaga de emergencia que se sostendrá con alfileres. Sólo hay cuatro defensas en la lista de convocados (Josemi, Ramis, Ayoze y Corrales) y, además, uno de los laterales izquierdos tendrá que jugar en la orilla contraria. Una pésima noticia teniendo en cuenta que el que estará enfrente es el rival con más pegada de la pasarela mundial. Ante eso, Manzano ha tenido que bajar un escalón y recurrir al filial para redondear la convocatoria, ya que entre los elegidos para el combate está el mediocentro Alberto López.

Otro de los datos que recortan el optimismo rojinegro es la comodidad con la que se mueve el Barça en el ONO Estadi. Los azulgranas llevan seis temporadas seguidas facturando una victoria en el equipaje de vuelta y su última derrota en Palma data de la temporada 2000-01, cuando los de Serra Ferrer cayeron en Son Moix con goles de Etoo e Ibagaza.

El Barcelona, por su parte, mantendrá la rutina y viajará hoy mismo a Palma con todos sus efectivos disponibles. Guardiola ha convocado a 20 futbolistas, aunque hoy los dosificará.