R. J. Palomo

Eivissa vivió ayer en primera persona el título de campeón de Europa del FC Barcelona. Los aficionados culés pudieron disfrutar del triplete -Liga, Copa y ahora Champions League- en las principales plazas y fuentes de cada localidad pitiusa. La temporada que ha rubricado el conjunto de Pep Guardiola con su tercer éxito se sintió en los bares ibicencos y también en varias plazas de ayuntamientos como los de Santa Eulària o Sant Josep, donde se habilitaron pantallas gigantes para que los aficionados pudieran seguir la gran final entre el Barça y el campeón inglés Manchester United.

Con el primer gol de Samuel Eto'o se abría la gran esperanza culé. El testarazo cruzado de Leo Messi desató la euforia, que llegó a su punto máximo cuando Puyol alzó la copa en el palco de honor del 'coliseo romano'. Los miles de seguidores blaugrana que residen en las Pitiüses manifestaron su alegría lanzándose a las calles.

Avenidas de Vila como Isidor Macabich fueron el escenario de los primeros cánticos y festejos azulgranas. Varias calles aledañas fueron cortadas al tráfico para evitar incidentes. La policía local y nacional veló por la seguridad de los más de 1000 aficionados que se desplazaron a la fuente de esa céntrica o a otro de los escenarios tradicionales, el Parque de la Paz.

Los cánticos y festejos se alargaron durante horas y es que el triplete y la gran temporada del conjunto de Pep Guardiola bien merecía trasnochar. La afición culé está de enhorabueno y seguirá festejando el rotundo éxito de un equipo que ha transformado el fútbol en arte.