Mario Ormaechea, nervioso durante un partido de la fase de ascenso a Tercera División disputado en Sant Rafel.

Rubén J. Palomo

Mario Ormaechea ha dicho basta. El entrenador del San Rafael ha explotado agobiado por la presión de confeccionar deprisa y corriendo una plantilla de garantías para sobrevivir en Tercera División. Ormaechea asume dentro del club rafeler las funciones de entrenador del primer equipos y de director deportivo. El próxima día 20 de julio comenzará la pretemporada y actualmente no cuenta con los medios para planificar una plantilla de 22 futbolistas más dos guardametas.

Después de una temporada «larga y dura», como asegura el preparador, en la que el equipo «ha luchado y peleado», ahora llega el momento de decidir quiénes merecen un puesto en la categoría autonómica.

En los últimos días el técnico del conjunto de Sant Antoni no ha parado de realizar y recibir llamadas, de negociar con decenas de futbolistas y de decidir a qué jugadores de la pasada campaña tiene que darles la baja. Todo un reto que está acabando con las fuerzas de uno de los históricos del fútbol ibicenco.

«Estoy muy cansado. Después de todo lo que hemos pasado esta temporada ahora tener que estar negociando y llamando cansa mucho. Ahora viene lo peor. Unos se tienen que ir, otros se tienen que quedar, tratar el tema de las subvenciones con las instituciones...», explica Ormaechea.

Sobre el aspecto presupuestario del club, el técnico desea que se alcance la cifra manejada por los directivos: superar los 200.000 euros. «Ojalá, pero no sé yo. Es lo que estamos intentando para hacer una temporada digna», apunta Ormaechea. Lo que tiene claro el capitán del barco rafeler para la aventura en el campeonato balear es que «se necesitan unos mínimos para salvarnos en la última jornada y en el último minuto. Para hacer algo lo mínimo es un fichaje de fuera, aunque lo normal serían 5 o 6 y tener 19 futbolistas de aquí». Pero el entrenador lamenta que «está solo porque la directiva es corta de efectivos y la estructura es de regional».

Ormaechea incluso deja en el aire una remota posibilidad que truncaría el sueño del club en su nueva andadura en Tercera. «Necesitamos algo más para no hacer el indio. O hacemos un mínimo o te quedas en casa. Si vas a la guerra con un tirachinas no haces nada». Ante la pregunta de si se plantearía abandonar el club en caso de que no tuviera los suficientes apoyos para competir con garantías, Ormaechea asegura que «el replanteamiento es de todos; si no hay más, ya veremos. Ahora mismo me falta de todo y si no hay apoyo del ayuntamiento y de las instituciones...». El máximo responsable de la parcela deportiva del club, por último, insiste en que está desbordado: «No doy abasto, me faltan horas, días, móviles... De todo».