El abogado y agente FIFA Antonio Stina posa en el palco del estadio de Can Misses después de la entrevista mantenida en las oficinas del club. Foto: R. J. P.

Antonio Stina, vicepresidente ejecutivo en funciones del Eivissa, no entró con buen pie en la isla. El contexto no era el idóneo y el aficionado corriente no entendía las intenciones, con razón, del famoso grupo inversor italiano por hacerse con una entidad con tanto arraigo en la isla. El abogado y agente FIFA, cansado de los rumores, quiere presentar su proyecto a los seguidores. Stina deja claro en una entrevista de más de una hora de duración que la marca 'Ibiza' es garantía de difusión mundial y que ése es el principal motivo de su desembarco en el club. Junto al nuevo hombre fuerte del Eivissa Ibon Begoña, Tiziana Schipani y el traductor del club intervienen en una conversación que desvela muchas de las preguntas que aún se hace el aficionado de a pie del equipo de Can Misses.

-La gente de Eivissa se pregunta por qué un grupo italiano tiene interés en invertir tanto dinero aquí. Quieren saber por qué desde categoría regional y por qué no se salvó al club estando en Tercera.

-Pensamos que Ibiza es un nombre importante para dar la vuelta al mundo. La marca es más famosa que cualquier club de Segunda División que no conozco. Si en Japón dices el nombre Ibiza es posible que sea más conocido que Los Àngeles Galaxy. Es garantía de difusión mundial. En Tercera o en Regional, Ibiza es Ibiza.

-¿Cuándo nació su interés por la SE Eivissa?

-La fecha no la recuerdo. Cuando entendí que podíamos trabajar bien desde un punto de vista deportivo. Con la situación económica que existe hemos podido contar con colaboradores importantes. Creí en esto cuando encontré gente que podía resolver el problema que había aquí dentro.

-¿Y qué ocurrió con la gente que dirigía y que trabaja para el club?

-Aquí en la sociedad había gente muy válida que sabe hacer su trabajo. Gente como Ibon, con seriedad, competencia y sin una palabra negativa.

-¿Cuentan con algún miembro de la anterior directiva?

-Con Braulio Díaz contamos. Braulio tuvo un gesto bellísimo. Cuando llegué aquí me presentó su dimisión. Le dije que si él la presentaba, yo también. Nos iríamos todos si él dimitía. Él es un hombre que hace sociedad. Él hace la fortuna de la sociedad. Lleva más de 20 años aquí. Él tiene el Eivissa en el corazón. Los clubes son de los aficionados, de los tiffosi. Braulio es una de estas personas, es una fortuna verlo, no tiene horario, todo lo que hace lo hace por amor al Eivissa.

-¿Cómo comprendió que podía ser viable un proyecto tan ambicioso en este club?

-No puedes comprar una sociedad que tiene 30 contratos en vigor hasta 2011, 2012 o 2013. Para crear una nueva sociedad esto es muy difícil, es un problema. El Eivissa deportivamente sólo tenía cuatro o cinco contratos para esta temporada. Así es mas fácil encontrar una sociedad. Con 20 contratos es imposible, porque no puedes hacer tu plantilla. No puedes traer tus jugadores.

-¿Tienen sitio en el equipo esos cinco jugadores con contrato?

-Ellos han denunciado al Eivissa, no a Stina o a Pedro Ortega. Los que han denunciado lo han hecho a la sociedad anterior y a esa gente no la puedes tener. Si quitan la denuncia pueden volver. Luego es una decisión técnica del entrenador. Sólo si la quitan, Begoña podría presentarles un nuevo contrato.

-¿Cuándo y por qué surgió el choque frontal entre Ortega y usted?

-El pasado viernes tuve una reunión con Pedro y una parte de la junta ejecutiva. Pedro me entregó su dimisión y autorizó su publicación. Yo puedo discutir con alguien y ahora estar bien y zanjar el tema. Si Pedro Ortega me invita a Formentera tres días yo voy con él. Pedro es un hombre amable y una cosa es el aspecto privado y otra el público.

-¿Cuáles son los pasos que van a dar en el aspecto jurídico y económico del club?

-Si la asamblea no certifica a la abogada Schipani como presidenta y a mí como vicepresidente ejecutivo, será una situación muy difícil, pero si estamos aquí es porque creemos que podemos solventarla y hacer un proyecto importante. Después de la asamblea se hará una auditoría para que certifique exactamente la situación económica del club. No es fácil en una sociedad de fútbol porque hay muchas cuentas y hay que reconstruir la situación real del Eivissa. Suponemos que hay un débito en torno al millón de euros. Lo primero que hay que resolver son las denuncias de los futbolistas y la Federación -392.000 euros- porque es inútil hacer un equipo fuerte y no poder ascender. Luego haremos un plan económico de pago.

-¿Y si los socios no les respaldan?

-Espero que los socios respalden el proyecto, así lo dice la ley. No tengo la propiedad para hablar de aspectos que aún no son míos. Hay que hacer las cosas correctas. Cuando la asamblea nos ratifique, entonces hablaremos.

-Si aún no son oficialmente directivos del club, ¿por qué han invertido ya dinero en confeccionar la plantilla?

-Desde el 23 de julio a ahora hemos gastado 150.000 euros en el equipo. Eso ya está gastado. Esperamos que cuando pase el tiempo la cosa se normalice, pero no podemos hacer una entrevista con alguien que, en vez de decir 'menos mal que viene alguien a pagar las deudas del Eivissa y comenzar un proyecto deportivo', hurgue en la herida. Para alquilar los pisos, me pedían dinero de todo el año por adelantado más los seguros en caso de impago. Hay personas que han Hecho bum, bum, bum en vez de ayudar, han metido el dedo en la yaga. No pueden condenar a una persona y un proyecto que no conocen. En Eivissa estoy pagando todo de mi dinero. No me interesa que digan que he venido a salvar al Eivissa, pero es la verdad.

-Este club no es una ONG y supongo que su inversión no es altruista. ¿Esperan tener rentabilidad?

-La vida de una sociedad de fútbol es extraña, no tiene una agenda normal. Hay partidos semanales; si el balón da al palo y va adentro es una cosa, si va fuera cambia todo. Esto no varía el hecho de pagar. A partir de octubre se puede pensar en el Eivissa como una empresa, pero hay unos plazos de inscripción que hay que pagar. Hemos pagado la inscripción para los juveniles. La gente no lo sabe, pero el domingo tenemos que pagar sus fichas. Entre julio y septiembre la sociedad vive o muere. La asamblea luego puede no ratificarnos, pero hemos tenido que hacer ya las inscripciones para poder competir. Eso la gente no lo sabe. Si yo no hubiera hecho las inscripciones a tiempo no podría jugar nadie. El banco estuvo abierto porque conozco al director para que se pudiera hacer esta inscripción de 32.000 euros en la Federación.

-¿Quién tuvo la culpa de que no llegara el dinero para seguir en Tercera División?

-Habíamos visto que la deuda era muy alta. Yo me tenía que fiar de lo que me pusieron. No soy un santo, soy una persona normal. No venimos a perder el tiempo, venimos por un proyecto, para llevar al Eivissa a la categoría que se merece. No te diré la que pienso, pero una que sea importante en términos económicos. Es un proyecto deportivo.

-¿Cree que existen los recursos necesarios en Eivissa para llevar al club, por ejemplo, a Segunda División?

-Tú has dicho la categoría, pero yo también lo pienso. Con la ayuda de todos creo que el Eivissa tiene que estar en esa categoría. No sé si hay esos recursos, pero ése es mi proyecto, llevar al Eivissa arriba.

-¿Qué van a hacer para recuperar la credibilidad y enganchar a esos socios que se sienten engañados?

-(Vencer, vencer, apunta Schipani) Si el espectáculo es bello la gente vendrá a verlo. Es normal que la gente no viniera al estadio después de lo que pasó. Queremos crear una escuela de fútbol, que las familias vengan al estadio, que las categorías inferiores jueguen antes que el primer equipo, que sea gratis la entrada y tener una buena organización en la escuela de fútbol. Sabemos que es un año muy difícil por todo. Cuando el club ascienda se irán haciendo otras cosas.