La Peña Deportiva no tuvo suerte en su primer desplazamiento de la temporada. A la derrota encajada el domingo ante el Constància, se sumó el retraso de casi doce horas con las que el grueso de la expedición regresó a Santa Eulària. «Teníamos el vuelo con Air Nostrum a las 22,00 y la compañía dispuso un avión con 50 plazas en lugar de las 65 previstas. Eso hizo que sólo cinco jugadores pudiesen viajar el domingo por la noche y que el resto del equipo tuviesen que esperar a la mañana siguiente. La compañía aérea nos buscó alojamiento y pagó la cena y el desayuno, por lo que no nos supuso demasiados problemas. El único es que llegamos a Eivissa el lunes a las 11,00 horas», señala Toni Torres, secretario técnico de la Peña.

Para Torres, la derrota en Inca, la primera del presente curso futbolístico, «nos debe servir para mejorar y, sobre todo, para enseñarnos a competir. Todavía estamos de pretemporada y a partir de ahora hay que espabilar, aunque está claro que el Constància es un rival importante y que seguro que estará arriba».