Javier Lozano: «Quiero devolver al fútbol sala todo lo que me dio»

-¿Se siente 'el Obama del fútbol sala nacional'?

-Bueno -espeta entre risas-. Sí es verdad que se ha generado mucha ilusión, que es lo que necesitamos. Las dificultades también son muchas. Esto es alta competición y a mí me gustan los retos. La gente está dispuesta y, si todos ponemos de nuestra parte, lo sacamos adelante seguro.

-¿Cualquier tiempo pasado fue mejor?

-No hay que mirar hacia atrás. Sólo hay que coger lo bueno que hicimos y mirar hacia delante. El futuro se construye desde el presente. De nada sirve vivir de la nostalgia.

-¿Qué plan maneja para reflotar este deporte?

-Fundamentalmente, creer en nosotros mismos, presionarnos y ser un equipo, sin ir cada uno a lo nuestro. También quiero recuperar la seriedad y el rigor, que es la fórmula básica para triunfar en esta vida. A partir de ahí, sólo queda trabajar y tener paciencia. Lo vamos a conseguir.

-¿Qué pretende con estas reuniones que mantiene con los clubes que componen la Liga Nacional de Fútbol Sala?

-Sobre todo, escucharles y que se sientan 'parte de'. Quiero fomentar el orgullo de pertenencia a la asociación y generar feedback. Si yo vivo en un despacho, me alejo de la realidad. La realidad está aquí, en Lugo, en Asturias, en Córdoba... Tengo que ir para conocer la realidad de primera mano.

-¿Acepta el papel de salvador?

-Acepto el papel de una persona que ha sido llamada para ayudar y que quiere devolver al fútbol sala lo mucho que le ha dado.

-Para ayudar al fútbol sala, ¿Javier Lozano peleará por que los saques de banda dejen de hacerse con el pie?

-Ésa es una pelea que llevamos en silencio dos años. La solución es que los técnicos decidan ser valientes, que hagan que sus equipos tengan personalidad y jueguen al ataque. Las reglas son una excusa para sacar el espíritu cicatero. Es verdad que se pueden mejorar, pero las reglas suelen ser una excusa para justificar cierto conservadurismo.

-¿Es usted de los que piensan que ese cambio no es más que un experimento del deporte rey?

-A mí no me gustan las reglas FIFA y estoy de acuerdo en que hay que corregirlo. Lo dije desde el primer momento, pero hemos sido campeones del mundo dos veces y son sólo una excusa. El fin es ganar y conseguir más goles. Si utilizo las reglas para meterme atrás, entonces estoy camuflando mi mediocridad. Por eso, pido públicamente a todos los técnicos que sean valientes, porque se puede ayudar a este deporte jugando hacia arriba, con orden y creando. Las reglas no son las ideales, pero lo importante es la actitud y cómo afrontes los partidos. Eso, para mí, es básico. De hecho, en diciembre, antes de empezar con el nuevo operador de televisión, se lo voy a decir a los técnicos. 'Señores, éste es vuestro deporte y vivís de él. Depende de vosotros. Si lo matamos, entonces iremos al INEM'. Vamos a ayudar entre todos.

-Cuando, hace muchos años, surgió el rumor de que el Real Madrid podría crear una sección de fútbol sala, dijo que sería un gran paso. Precisamente ahora viene de trabajar para dicho club, pero sigue sin sacar un equipo en este deporte. ¿Cree que se ha dejado pasar una buena oportunidad?

-Que entre el Madrid a la LNFS siempre es un paso tremendo. Ahora que he estado dentro y conozco la historia, puedo decir que mientras no haya un pabellón, no hay posibilidad ninguna. Es verdad que ya tenía que estar construido en noviembre, pero conozco al presidente, la política y mientras no haya pabellón, nada. Luego, surgirá la necesidad, porque, además, en una encuesta interna, el 80 por ciento de los socios del Real Madrid, cuando apostaban por una sección, todos elegían el fútbol sala.

-Por último, ¿quién cree que ascenderá a Honor y quién ganará el título en la máxima categoría?

-Es complicado quedarse con uno. Yo creo que el Manacor tiene oficio, calidad y sabe a lo que juega. Seguro que estará peleando por ello. Otro en el que tengo muchas esperanzas es el Burela, porque siempre hace las cosas bien. En cuanto a Honor, desgraciadamente parece cosa de El Pozo e Interviú. Yo espero que el Barça se cuele en una final, porque ha hecho una grandísima apuesta. Sería bueno romper esa dualidad y se abra el título a otros lados.