Luis M. PascualPARÍS

El francés Jean Todt fue elegido con una amplia mayoría como nuevo presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), lo que supone la victoria del candidato continuista que anunció un programa de «cambio constructivo» al frente de la organización. El ex patrón de Ferrari, el fino estratega que ayudó a Michael Schumacher a ganar cinco de sus siete Mundiales, recogió el testigo del británico Max Mosley, que dirigió el automovilismo mundial durante 16 años no exentos de polémicas. Su victoria fue neta sobre el ex piloto finlandés Ari Vatanen. El francés amasó 135 sufragios frente a los 49 de su rival y las doce abstenciones o nulos, una diferencia muy superior a lo que auguraban las apuestas previas. «Hay que trabajar para unificar la FIA», aseguró el recién elegido presidente que envió un mensaje de «armonía» a los equipos de la Fórmula Uno agrupados en la FOTA, auténtico quebradero de cabeza de Mosley.

Todt se ha comprometido a delegar parte de sus funciones como presidente de la FIA en un comisario que dirija cada competición y a crear un comité de disciplina que dirima los posibles conflictos y escándalos y aligere la presión sobre el Consejo Mundial. El hombre que durante años dirigió la mastodóntica Ferrari es favorable a reducir los costes de la Fórmula Uno, proyecto clave de los últimos años del mandado de Mosley y fuente de enfrentamiento con la FOTA.

Mientras, el español Carlos García fue elegido vicepresidente deportivo.