Esperpéntico. Así se podría calificar el caso Buti, que ayer llegó a su punto y final con victoria en los despachos para el San Rafael. El Colegio de Àrbitros acabó reconociendo el error del trencilla Peña Molina, retirando así la tarjeta amarilla apuntada a Buti -podrá jugar contra el Esporles- en el acta y adjudicándosela al merecedor de la misma: Javi, que será baja el próximo encuentro.

El final del caso Buti -o, más bien, caso Peña Molina- ha sido feliz, pero detrás de él hay una historia verdaderamente sospechosa, tal y como relató ayer el vicepresidente Vicente Torres, y de la que se podría deducir una conjura arbitral contra los intereses ibicencos: «En un principio, el árbitro hace un acta donde especifica tarjeta amarilla a Buti en lugar de a Javi. Nosotros hacemos una alegación al acta, aportando los recortes de prensa del lunes y un vídeo que nos cedió IB3, en el que se ve claramente que Javi es quien comete la falta y no Buti. Mandamos esto y, por la noche, recibimos en la oficina un acta rectificada en la que añadían la tarjeta a Javi, pero no retiraban la de Buti».

Nueva protesta

Ante este panorama, el club volvió a apelar: «Esta mañana -ayer para el lector- ratificamos la alegación, diciendo que, ahora más que nunca, es cuando hay un error arbitral, porque en el minuto 23 no se mostraron dos tarjetas amarillas por la misma infracción, tal y como demuestra el vídeo. Esta tarde han visto las imágenes y, antes de que llegasen al juez de competición, han hecho bien el acta de una vez, porque todavía estaban dentro del plazo para ello. Si hubiera llegado el caso al juez, seguramente le habrían dado un toque al árbitro».