Lorena Infante trata de alcanzar un balón durante el derbi disputado ayer. | Irene G.Ruiz

El derbi no sirvió para levantar el ánimo del Palacio de Congresos de Ibiza, que sigue hundido tanto anímicamente como en la tabla clasificatoria y que ayer encajó su vigésimo primera derrota, que se dicen pocas, en la presente temporada. El encuentro ante el Sóller Joventut Mariana era una oportunidad para intentar reconciliarse con la afición y recuperar algo de autoestima después de certificar la pasada semana su descenso de categoría. También era el duelo de máxima rivalidad, con la dosis de motivación que éso siempre supone. Pero ni por esas. El conjunto ibicenco, pese a un buen inicio de partido, acabó hincando las rodillas ante las mallorquinas y casi pidiendo que se acabe el sufrimiento y termine de una vez un campaña que ha sido para olvidar.
Sólo en el primer cuarto y en la mitad del segundo el Palacio de Congresos dio la imagen del equipo que pudo haber llegado a ser y que nunca ha sido del todo en el presente curso. La velocidad, el acierto en el tiro y la contundencia bajo aros hizo que prácticamente desbordaran a las mallorquinas, que se vieron sorprendidas por la salida fulgurante de su rival. Un 12-3 de inicio obligó a Jorge Méndez a pedir tiempo muerto en el minuto 5 y colocó la que, a la postre, fue la máxima ventaja en el partido del equipo local (9 puntos). Pero las buenas prestaciones que mostraban el equipo de Àlex Pérez se fueron diluyendo y sólo duraron diez minutos más, hasta que emergió la figura de Murphy.
La norteamericana, máxima anotadora de la Liga Femenina, sólo había encestado un triple en todo el primer cuarto, pero se puso las botas en el segundo y protagonizó la reacción de su equipo, que en el minuto 15 ya se colocó por delante en el marcador (26-27). Un parcial de 10-22 hizo que se llegara al descanso con 30-36 a favor del Joventut Mariana y con la impresión de que el Palacio de Congresos ya había dado lo mejor de sí mismo.
La segunda mitad no empezó bien para ninguno de los dos equipos, que se mostraron demasiado precipitados en ataque y fallaban un lanzamiento tras otro, de tal forma que el marcador se movía a un ritmo de prácticamente a punto por minuto. Una canasta de Vanessa Blé puso a su equipo a sólo un punto de las visitantes (40-41, minuto 27), pero eso fue lo más cerca que llegaron a estar de su rival. En el último cuarto, el equipo solleric no dio opciones y, una vez más lideradas por Murphy, que terminó el encuentro con 27 puntos, se hizo con un triunfo que tiene gran valor en sus aspiraciones de entrar en el play off por el título y que casi asegura su presencia la próxima temporada en competición europea.
El conjunto ibicenco, por su parte, todavía tiene que jugar dos partidos más (Uni Girona y Rivas), para dar carpetazo a la temporada y a ocho años consecutivos en la máxima categoría del baloncesto femenino español. Sin objetivos concretos y con la moral por los suelos el tramo final de competición se antoja interminable para la plantilla que dirige Àlex Pérez, que ayer tampoco volvió a contar con Vaughn y Ramiro, jugadoras que están condenadas al ostracismo en las últimas semanas, ni con Bolonio.
Reacciones
Àlex Pérez, entrenador del Palacio de Congresos, reconoció tras el partido que «si nos ha costado toda la temporada lograr la victoria, sería absurdo pensar que llegarán ahora. Sin embargo, eso no quita que, por orgullo y profesionalidad, tengamos que intentarlo en estas jornadas». Para el técnico, se hace raro «ver cómo el Sóller, que hasta ahora era el segundo equipo de Balears, está por encima del PDV, pero refleja la situación de uno y otro equipo».
Jorge Méndez, técnico del Joventut Mariana, señaló que la victoria ante el PDV era importante porque «ya tenemos casi conseguida la plaza europea y, además, está ahí el sueño que nadie podía pensar de luchar por el cuarto puesto». Méndez afirmó que «en ningún momento hemos tenido la sensación de jugar contra un equipo descendido, porque han luchado y lo han intentado hasta el final. Es una lástima que pierde la categoría».