El técnico del At. Jesús firma el acta del partido ante el Ibiza. | Marco Torres

La controvertida actuación de la UD Ibiza en las últimas semanas no incumple la reglamentación de la Federación de Fútbol de les Illes Balears, tal y como explicó ayer Manuel Bosch, secretario del organismo autonómico.
La suspensión del último encuentro de la Liga Interpueblos frente al Atlético Jesús cuando el partido marchaba por 5-0 no supondrá mayores trabas para el bloque de Onofrio Barone. En el minuto 61 de aquel encuentro el colegiado decretó el final por la presunta lesión de Andrea Iván. Este hecho, junto con la delicada decisión del club de que juveniles de primer año compitan en categoría sénior no supone ningún incumplimiento de la normativa para el campeonato de regional.
«Bajo los artículos del reglamento no se le puede expulsar ni sancionar al Ibiza. En el encuentro con el Jesús, como el resultado era de 5-0, se le da el partido por perdido por ese mismo resultado. Si el marcador fuera por menos de tres goles, perdería el encuentro por 3-0. Ellos se presentaron con el número mínimo de jugadores permitidos, por lo que no incumple el reglamento; en ningún caso sería incomparecencia», detalló Bosch.
Sobre la situación de los futbolistas juveniles, argumentó que «también es legal que jueguen porque en esta categoría pueden jugar hasta cadetes de último año» y lamentó que «mientras vayan trapicheando con esto, no se puede hacer nada», en referencia a los contínuos devaneos del vicepresidente ejecutivo, Antonio Stina. Manuel Bosch quiso, por último, arrojar su opinión sobre el pésimo rumbo que está siguiendo el club de Can Misses: «Es una pena y una lástima, pero no podemos hacer cosas que no podamos. Me gustaría decir fuera, cada uno a su casa, pero no se puede saltar la legalidad».
Ibon Begoña
El director deportivo de la UD Ibiza, Ibon Begoña, se defendió ayer de las críticas en el programa deportivo de Radio Exit, asegurando que el principal objetivo por el que trabaja es el de cumplir con la deuda que mantiene el club. «Cuando vea el momento me iré, pero cuando la UD Ibiza supo que tenía un millón de euros, sabía que es un dinero que se le debe a una serie de personas. La responsabilidad es luchar para poder cumplir con toda esa gente. Ese es el primer objetivo. Todo ese dinero lo adeuda el club a entrenadores, jugadores, empleados con los que he trabajado codo con codo. El máximo objetivo es solucionar eso». También habló el ex futbolista sobre la última actuación de los juveniles, defendiendo una vez más la continuidad de la entidad: «La situación para los chicos es anormal. El espectáculo es triste, pero el club les ha hecho ser víctimas o estar en el disparadero. Tenemos una semana y estamos peleando, si esta semana vemos que no hay posibilidad de recomponer el equipo y tener dinero, no lo haremos».