A la octava va la vencida

Se acabó. La mala racha del San Rafael, ésa que le había hecho desconocer la victoria durante siete jornadas consecutivas, llegó a su punto y final después de que los azulinos consiguieran su mayor goleada de la temporada ante el Llosetense -logró el mismo marcador que ante el Collerense y es la segunda vez que transforma más de dos dianas-. El conjunto de Mario Ormaechea no sabía lo que era ganar desde el pasado 7 de febrero, cuando se impuso por la mínima al Atlètic Ciutadella. Ayer volvió a sumar tres puntos de una tacada y lo hizo ante el Llosetense, otro recién ascendido que estaba dando la sorpresa esta temporada, confirmándose así el cuadro rafeler como el equipo revelación del curso.
El cuadro ibicenco volvió a encontrarse con el gol en un partido que comenzó fatal para sus intereses. Si algo caracterizaba al San Rafael era, desde luego, su solidez defensiva, pero ayer no tardó en hacer aguas. Una pifia de Buti al intentar despejar el balón dejó a Coll libre de marca dentro del área, quien cruzó el esférico a la perfección para inaugurar el marcador a los cuatro minutos y medio de juego.
Los pupilos de Ormaechea no se descompusieron y empezaron a entrar por banda con comodidad. Grimaldo y Víctor subían por los costados como el propio Alves, pero sus centros no encontraron rematador. Mediado el primero periodo, Carlos Fernández y José Luis no supieron aprovechar un mal despeje de Ricardo para hacer las tablas. Pero su falta de entendimiento no tuvo nada que ver con la de Capó y su portero en el minuto 32. El defensa mantuvo una pugna en velocidad con Romero en un balón largo y éste le ganó la partida para meter la puntita de la bota ante la media salida de Ricardo, colándose así entre ambos para marcar a placer. Un fallo por otro.
El San Rafael continúo atacando sin parar. En el minuto 37 reclamó mano del portero fuera del área, pero el árbitro no lo vio. Pronto se olvidó de ello, puesto que Carlos Fernández orientó el balón tras un pase en largo de Romero y cruzó el balón al fondo de la red un minuto después. El resultado pudo ser incluso mayor al descanso, pero Bonilla, tras combinar con Romero, no supo definir ante el portero en el 42'.
La puntilla
Tras el descanso, el decorado siguió siendo el mismo. El conjunto ibicenco dominaba y el Llosetense no encontraba la forma de penetrar en la zaga local. José Luis pudo sentenciar el choque a los seis minutos cuando encaró sin oposición al portero, pero disparó al muñeco para desesperación de los suyos. Quien no perdonó fue Adrián Rosa en el 62'; una falta tocada por Javi la envió el central al fondo de las mallas con la ligera ayuda del portero, que pudo haber hecho algo más.
Los visitantes movieron el banquillo en busca de la reacción, pero ni por ésas inquietaron la portería ibicenca en ningún momento. Es más, la única ocasión que se produjo en lo que quedaba de partido volvió a ser para los rafelers, pero José Luis, que no tuvo su mejor tarde, vio cómo un defensor se le anticipaba tras regatear al portero en el minuto 82.
De ahí al final, lo único destacable fue un encontronazo de Romero con un rival que le pasó factura. El jugador tuvo que ser atendido en la banda por un golpe en la nariz, aunque pudo regresar al campo.