Instante del encuentro de ayer entre Ibiza y Portmany.

La parroquia portmanyí abandonó un colorido estadio de Can Misses indignada con la actuación del colegiado Payeras Bover. El cuadro de Javier Tristán, que acabaría el encuentro expulsado, empató a escasos minutos del final (1-1) por mediación de Toni Ramírez, neutralizando el tanto de falta directa del delantero de la UD Ibiza Pietro Somma.
La SD Portmany reclamó hasta cuatro penas máximas al colegiado, la más clara en un derribo de Andrea Iván sobre Samir que habría supuesto también la expulsión del meta.
Según el técnico de Sant Antoni, «nosotros hemos querido jugar al fútbol, pero un señor no lo ha permitido. No ha pitado cuatro penaltis claros y es muy difícil jugar contra esto». Tristán, muy molesto con la actuación arbitral, advirtió tras el encuentro que «estamos cansados de actuaciones como esta porque llevamos trabajando toda la temporada con ilusión y no es justo». El preparador del Portmany aseguró que el propio trencilla, presuntamente, le comentó a uno de sus jugadores que no podía «dejar al Ibiza con 10». Con este resultado, ambos equipos se sitúan con cuatro puntos, a dos del líder Luchador.