Keyla Beachem, ala-pívot del Tanit, se lamenta de la derrota sufrida ante Extrugasa.

Stairway to heaven. Ése es el título de una de las canciones más famosas de Led Zeppelin y el slogan de esta fase de ascenso. Pero el Space Tanit se ha quedado a tan sólo un escalón de la gloria, de saber lo que había en lo más alto de esa escalinata. Las ibicencas estaban a 40 minutos de la Liga Femenina pero, en tan sólo 5 minutos echaron por tierra sus opciones, los que necesitó el Extrugasa para coger el ascensor a lo más alto.
Desde los primeros minutos Silvia Lara tomó las riendas del Tanit. Los primeros balones pasaban por sus manos en un conjunto atenazado por la tensión del choque y por la presión ambiental. Sin embargo a la alero, salvo la primera canasta, le costaba encontrar el camino del aro. Tan preocupante era eso como la segunda personal de la base menorquina Cristina López a los 3 minutos y medio de partido.
El Extrugasa apretaba, asfixiaba en defensa. Quaye encestaba un triple y Souza lanzaba un nuevo contraataque que mandaba el 10-2 al luminoso en el minuto 4 que obligaba a Lalima a solicitar tiempo muerto.
Comenzaban entonces las variantes tácticas de Díaz, colocándose en zona 2-3, la misma disposición del Tanit, pero las de Eivissa no conseguían contener el vendaval arousano con buenos minutos de su jugadora interior Ruiz, que pese a tener muchos menos centímetros, desmontaba la defensa ibicenca con su movilidad. Nero tampoco podía con Quaye en el poste bajo y las sensaciones no era buenas como tampoco lo era un marcador que se iba al 19-4 del minuto 8.
Beachem se equivocaba con lanzamientos de media distancia y fueron dos triples de Yepes los que daban vida (21-10). Esa diferencia permitía al técnico de las gallegas rotar y dar descanso a sus jugadoras más castigadas físicamente. Al final del primer cuarto: 24-10.
En defensa
La defensa de Extrugasa era espectacular hasta tal punto que Nero era incapaz de anotar en las pocas ocasiones en las que pudo lanzar debajo del aro, incordiada por Quaye, mientras Beachem seguía empeñada en buscar situaciones a 4-5 metros, donde se veía más ágil que Queye. El 28-10 al minuto 12 dejaba a Lalima sin tiempos muertos y casi sin argumentos.
La defensa zonal se tornó en individual pero en ninguno de los emparejamientos el Space Tanit sacaba ventaja. Las gallegas probaban en individual y así Lara tampoco podía superar a una de las defensoras más rocosas de la liga, Manzanares. El 32-14 del minuto 16 no llevaba a la esperanza balear. Con López en pista, el equipo pitiuso mejoró yéndose 34-20 a vestuarios. Aún así, la diferencia todavía era excesiva: 14 puntos.
El Tanit debía de cambiar mucho si quería meterse en el partido y lo debía hacer desde el primer minuto de la reanudación. Pero el Extrugasa no iba a dar facilidades. Saray Ruiz campaba a sus anchas por la pintura balear y los triples de Souza minimizaban las acciones de Lara o Beachem. El electrónico aseguraba que aún había opciones (45-32, min. 26) y en la pista se irradiaba la misma sensación tras el triple de Alonso (45-35), aunque era desesperante comprobar como Souza inmediatamente respondía con la misma moneda (48-35).
Estaba cerca el Tanit de bajar la diferencia a la barrera psicológica de los 10 puntos, pero desaprovechó las ocasiones de las que dispuso y arrancaba el último tramo con -15 en el marcador.
Empuje
Entre Lara y Matemalas trataron de dar un nuevo empujón a las suyas (54-43, min.32). El Eivissa se agarraba al parquet, defendía cada acción a muerte y no dejaba correr al Extrugasa que, en el cinco contra cinco, se encontraba más incómodo. Con un triple de López (54-46) el Tanit se dejaba ver a las puertas de la gloria.
En ese toma y daca se mantuvo el equipo de Lalima y, con 59-50 a falta de 3 minutos y medio, Fontecarmoa no las tenía todas consigo. En esas apareció una jugadora que no estaba en las quinielas para resolver el choque, Todorova, que con 5 puntos consecutivos sentenció al Tanit, que nunca bajó los brazos. Pero la ventaja del conjunto gallego era tanta que pensar en un milagro en los últimos minutos era prácticamente imposible. Al final, 67-60 y el equipo ibicenco que se queda a un sólo peldaño de alcanzar el cielo. Otro año será.