Oliver Mendoza, Oli, no pudo tener mejor regalo de cumpleaños. El futbolista, que el miércoles cumplió 29 años, fue uno de los invitados del programa de la SER El Larguero en la madrugada del miércoles al jueves. «Era un futbolista muy prometedor, estuvo incluso en la cantera del Real Madrid, donde coincidió con Casillas. Tuvo problemas en una rodilla, tiene hasta cuatro operaciones, y en un momento dado decidió irse de aventura y se fue al Caribe. Encontró un equipo en las Antillas Holandesas y ahí ha triunfado a lo grande, pero no como jugador, sino como entrenador de un equipo marginal. Es de Eivissa, tiene 29 años y su ilusión era venir a este programa. Su novia, Jessy, nos escribió, nos contó su historia, nos dijo que su deseo era venir a El Larguero y aquí está el día de su cumpleaños», fue la presentación que hicieron Joseba Larrañaga y David Alonso del ibicenco.
«No sé si volveré a las Antillas Holandesas en agosto. El club (Hubentud Fortuna) me propuso ir con un proyecto más serio y ya he hablado con Paco Marín -ex entrenador de la Peña- y Muriana para ver la posibilidad de irnos los tres si se consigue concretar todo. Sin embargo, también me apetecería buscar algo por España», reconoció el futbolista.
Oli hizo un amplio repaso de su experiencia por el Caribe, especialmente como entrenador de la escuela de fútbol que ha creado el club holandés del NEC en Curazao: «En Eivissa ya había entrenado a un equipo cadete y ahí me salió la oportunidad de dirigir a un equipo en un barrio muy marginal. Eran chavales que no tenían nada y que nadie les ayudaba, así que quise echarles una mano. Al principio había cuatro o cincos chicos, que entrenaban solos y con un balón pinchado. Muchos prácticamente no tenían ni para comer ni mucho menos para botas de fútbol o calzado. Lo bueno es que llegamos a la final del campeonato juvenil. Teníamos que ganar por más de tres goles y vencimos por 0-9 para proclamarnos campeones. Nadie se lo esperaba. Fue increíble», añadió.
Ahora, desde la distancia, Oli quiere seguir ayudando a la escuela de fútbol y se propone hacer un partido benéfico en Eivissa para recoger material deportivo para las Antillas Holandesas. Además, la recaudación se destinaría a Adrián García, hijo del entrenador del Luchador.