El Barça cadete celebra el título. | Marco Torres

BARCELONA: Busquets, Ruano, Robert, Pol García, Brian, Cristian, Calvet, Nando Quesada, Jon Toral, Alarcón, Mamadou Sylla, Keita, Simón, Pol Roigé, Samper, Sergi Tienda, Riera, Romano y Maxi Rolon.
ESPANYOL: August, Carlos, Arroyo, Casado, Del Campo, Robert, Granados, Kirian, Adrián Hernández, Gerard, Miravens, Pereira, Javier, Adrián Ruiz, Salinas, Serrano, Viñas, Luis Vioque y Marc Fraile.
Àrbitros: Dani Fernández, Luis Fernández y Juanjo Cardona. Amonestaron con tarjeta amarilla a Brian.
Goles:
1-0, minuto 1, Cristian.
2-0, minuto 30, Toral.
3-0, minuto 43, Riera.
Incidencias: Final cadete disputada en el Municipal de Sant Antoni ante 400 espectadores.

El Barcelona volvió a demostrar por qué es el número uno en cadetes. El equipo azulgrana, que sólo ha cedido un empate en toda la temporada y ha contado el resto de sus encuentros por victorias, decidió la final contra el Espanyol por la vía rápida. No en vano, los barcelonistas ya ganaban en el primer minuto gracias a un remate de Cristian.
Los periquitos no tardaron en levantarse del golpe. Lejos de amilanarse ante la mayor clase de los culés, los pupilos de Dani Poyatos reaccionaron y tuvieron pronto la oportunidad de establecer el empate en el electrónico, pero Adrián Ruiz no supo definir ante el marco rival.
El Barcelona empezó a perder el balón con rapidez y eso no le hacía ningún bien, puesto que, al igual que el primer equipo, lo que le gusta es dominar la posesión del esférico lo máximo posible. Entonces apareció Nando Quesada para hacer de Xavi Hernández y comenzar a dar fluidez al juego barcelonista con sus apariciones por la medular.
En la segunda parte, los culés decidieron pisar el acelerador para evitar cualquier tipo de contratiempo. Jon Toral, a los cinco minutos, mandó el balón a la escuadra tras una precisa asistencia de Cristian desde la banda derecha. El Espanyol bajó los brazos, sabedor de que, si ya es difícil vencer al Barça, remontar dos goles era casi una misión imposible.
Cuando el partido encaraba su recta final, un clamoroso error del portero espanyolista a la salida de un saque de esquina permitió que Riera, en el área pequeña, pusiera la puntilla con un gol a puerta vacía. Con el 3-0 terminó una final que, si bien careció de la chispa y el espectáculo que siempre se le pide a un grande como el Barça, sirvió para ver a las futuras estrellas del parorama nacional, entre ellas Fernando Quesada, Cristian Herrera y Mamadou Sylla.