n buen número de entrenadores de los equipos ibicencos en categoría nacional está deseando despedir el 2010. No ha sido el año de conjuntos como la Peña Deportiva y el San Rafael, en fútbol; del Space Gasifred, en fútbol sala; o del Palacio de Congresos, en menor medida, en baloncesto femenino. Más allá de que sobre el césped o el parqué pueden ser capaces de ofrecer un mejor rendimiento, lo cierto es que todos ellos han sido víctima de adversos avatares. La crisis ha menguado sus aspiraciones, pero este sólo ha sido uno de los muchos lastres que arrastran los cuatro clubes este año. Al Gasifred no le ha venido nada bien el cambio de formato en División de Plata. Un único grupo con más y mejores equipos hace que el grupo de Hugo Nava sobreviva con el agua al cuello. En Liga Femenina, la Diosa Fortuna sólo ha visitado al Palacio de Congresos para mantenerlo, vía despachos, en la máxima categoría. Este curso tocará sufrir porque sólo seis jugadoras parecen capacitadas para tirar del carro. En lo que respecta al deporte rey, la mala suerte ha golpeado especialmente al San Rafael. Bajas voluntarias de futbolistas importantes, graves lesiones y varios fallecimientos en el entorno del club hacen que 2010 esté resultando dramático. En Santa Eulària, por último, aún se recuerda el cruel play off y que el At. Balears, segundo casi toda la temporada, milite ahora en Segunda B. A la actual Peña, que ansía recibir en 2011 nuevo campo, parece que le mirado un tuerto. Un sinfín de lesiones para una plantilla corta per se. Lo mejor, que acabe ya 2010.