Fue un viaje a ninguna parte. El Palacio de Congresos de Ibiza regresa hoy por la mañana a la Isla sin haber podido jugar su partido ante el Extrugasa después de un accidentado desplazamiento a la localidad de Vilagarcía de Arousa. «Ha sido un viaje de locos. Tanto problema y tanto lío para jugar sólo 45 segundos. Ahora hay que ver cuándo la Federación Española fija el partido», señaló Miguel Àngel Ortega, técnico del conjunto ibicenco.
La odisea del Palacio arrancó el viernes cuando se encontraba en Madrid y se encontró con que se cancelaba su vuelo hacia Vigo debido al conflicto con los controladores aéreos. Tras hacer noche en a capital, la expedición tuvo que contratar un autobús para poder llegar a Vilagarcía de Arousa después de que ambos clubes acordaran aplazar el partido al domingo a las 12:30 horas.
El encuentro comenzó ayer a la hora prevista, pero sólo pudo disputar los primeros 45 segundos de juego debido, en esta ocasión, al mal estado de la cancha. «En ese tiempo tanto Shona como Smith sufrieron sendas caídas. La pista estaba muy resbaladiza y no se podía jugar en dichas condiciones», relató el técnico. Los dos equipos decidieron aplazar nuevamente el partido hasta las 16,00 horas del mismo día. Pero ni por esas. «El pabellón seguía impracticable y decidimos dar por suspendido definitivamente el partido. Mañana -por hoy- regresamos a Eivissa sin haber podido jugar», añadió Ortega.
Víctor Torres, director deportivo del PDV, admitió que el viaje a Galicia «ha sido un desastre y, sobre todo, un palo económico para el club por todo el coste que nos ha supuesto. Ahora, además, hay que ponerse de acuerdo para buscar una nueva fecha, aunque está difícil por el tema de los billetes». Según el reglamento de la competición, los gastos derivados por la suspensión de un encuentro por no poder jugar en su pista habitual y no disponer de una reserva corren a cargo del equipo infractor, en este caso el Extrugasa.