Ibarreche, ayer en un momento del partido ante Irlandesas.

SPACE TANIT 64
IRLANDESAS 51


SPACE TANIT (13+16+23+12): Ibarreche (9), Burguera (9), Reggiardo (5), Agirregoikoa (14) y Mallabi (9) -cinco inicial- González (10), Molina (6), Melina (2) y Tamara Pérez (-).
IRLANDESAS (11+14+10+16): Jornet (8), Estefanía (5), Vegas (-), Sara Ruiz (11) y Shamese (12) -cinco inicial- Sañudo (-), Pardo (11) e Ivanova (4).
Àrbitros: Vázquez y Pardo. Sin eliminadas.
Incidencias: Pabellón de es Pratet. Unos 120 espectadores.
Rubén J. Palomo
La lección defensiva que impartió ayer el Space Tanit le bastó para superar al equipo vasco de Irlandesas (64-51) y para anotarse la undécima victoria liguera que le mantiene en la tercera plaza del grupo B de Liga Femenina 2.
El plantel de Gustavo Lalima pudo rescatar una importante moraleja de la victoria: el partido no acaba hasta que el árbitro no pita el final. Tras un magistral tercer periodo, que se extendió durante los cuatro primeros minutos del último asalto -El Tanit alcanzó una máxima renta de 24 puntos (min. 34, 62-38)- el quinteto verdinegro perdió concentración y pagó su exceso de relajación con un parcial de 0-12 en apenas dos minutos (62-50). El técnico argentino pidió tiempo muerto y abroncó a sus pupilas para recuperar la imagen y redondear la victoria.
El encuentro estuvo también marcado por el debut de Alicia González, jugadora que se incorporó este viernes procedente del Pabellón Ourense gallego. La ala-pívot almeriense dejó muy buenas sensaciones en los poco más de 13 minutos que estuvo sobre la pista, en los que anotó 10 puntos y capturó 4 rebotes para finalizar con 8 puntos de valoración. Un estreno más que notable teniendo en cuenta que necesita acoplarse a las ideas tácticas y al sistema de juego del equipo.
Mallabiabarrena e Ibarreche volvieron a ser las mejores de un conjunto que ayer se exhibió en tareas defensivas, sobre todo en un tercer periodo en el que las vascas anotaron dos puntos en seis minutos. El acierto en los lanzamientos de dos puntos (62,5 por ciento) fue el otro punto fuerte del equipo de Lalima.