El Palacio de Congresos de Ibiza visita esta tarde el pabellón municipal de Fontajau con ganas de sacarse la espina después de la dolorosa derrota de la pasada jornada en casa ante el colista, el Obenasa Navarra. El equipo ibicenco, que se mantiene en la quinta posición con ocho victorias y ocho derrotas, tiene la permanencia casi asegurada, aunque su objetivo es seguir sumando victorias para finalizar la competición lo más arriba posible. «El partido ante Girona es muy importante para ver la respuesta del equipo después del otro día. Ante el Obenasa no estuvimos muy bien y a ver cómo reaccionamos ahora», señaló Miguel Àngel Ortega, entrenador del Palacio.
Para este partido, Ortega tiene dos preocupaciones. La primera es el estado de forma de la pívot norteamericana Rasmussen, que a lo largo de la semana ha sufrido un virus estomacal y que, en el partido de la primera vuelta ante el mismo rival, fue la MVP del partido y de la jornada con 17 puntos, 9 rebotes y 31 de valoración. La segunda es la llegada al equipo de Gisela Vega, que da más fortaleza a un Girona que hace poco sustituyó en el banquillo a Joan Carles Diez por Anna Caula. «En su plantilla ha habido varios cambios y eso hace que las expectativas sean más altas», reconoció el entrenador catalán del Palacio.
El equipo ibicenco también tiene claro que, aunque la salvación está a tiro, no puede despistarse demasiado. El Obenasa Navarra venció ayer al Olesa en el duelo de colistas por 79-49 y, en estos momentos, el Palacio saca cuatro victorias a los dos últimos clasificados. Por arriba, el Sóller venció ayer al Mann Filter Zaragoza por 64-57 y si vence hoy recortaría terreno a los primeros clasificados.