Sin definición no hay premio

El San Rafael dejó escapar dos puntos en casa ante un Felanitx que fue de menos a más. Los ibicencos pecaron de falta de pegada ante un conjunto mallorquín que puntuó por primera vez fuera de Palma en lo que va de temporada.
El cuadro de Mario Ormaechea fue muy superior en la primera mitad. De hecho, solamente necesitó un minuto para crear su primera oportunidad clara de gol. De Pablos, en el área, se sacó un zapatazo centrado que el portero desvió a córner.
El San Rafi comenzó su particular acoso y derribo. Buti, a los cinco minutos, también estuvo a punto de romper el cerocerismo con un tiro a siete metros de la portería, pero el balón tocó en un defensa y se marchó a córner.
El Felanitx era una marioneta en manos de los azulinos, que sabían hacer daño a una excesivamente lenta primera línea mallorquina. Bonilla se dio cuenta de ello y, con un autopase, se escapó por velocidad de su marcador para plantarse en el área, donde no supo definir.
Los visitantes no veían la meta de José Antonio ni por la ventana. Habían montado su chalet particular en su parcela del campo y no había forma de que salieran de ahí. Y cuando un equipo se niega a atacar, se expone a perder. Así las cosas, pasada la media hora de juego, un pase en profundidad de De Pablos llegó a los pies de Cristóbal, que ganó en el cuerpo a cuerpo al central y remató a bote pronto al fondo de la red.
Cuando todo hacía indicar que se llegaría al descanso con victoria por la mínima de los azulinos, el San Rafael cometió un error en cadena que permitió el empate de Julià. El delantero ganó la espalda a la pareja de centrales y aprovechó que José Antonio se quedó a media salida para superarle por alto. Primera llegada, primer gol. Con todo, los locales estuvieron a punto de recobrar su ventaja antes del descanso, en un balón en profundidad que Cristóbal, que fue arrollado tras su remate, lanzó fuera. El ariete azulino y el técnico Mario Ormaechea fueron amonestados por protestar esta acción, la última del primer tiempo.
Tras el asueto, el San Rafael estuvo a punto de ponerse por delante prácticamente en la primera jugada. Un balón en profundidad de Carlos Fernández a Cristóbal lo remató este último al portero.
No fue más que un espejismo. El San Rafi de la primera parte se había quedado en el vestuario. Su imagen no tuvo nada que ver con la de la primera y los minutos empezaron a pasar con más pena que gloria. Ante este panorama, el cuadro de Cosme Andreu tuvo clara la misión: dejar correr el crono y perder el máximo tiempo posible. Esto encrespó a los locales, que protestaron dicha actitud. El que pagó los platos rotos fue Mario Ormaechea, que acabó siendo expulsado.

Desesperación
La desesperación crecía y crecía, fruto no solamente de la pérdida de tiempo del Felanitx, sino de la incapacidad de los azulinos de crear peligro. El juego directo había tomado protagonismo y así no se iba a ninguna parte. Es más, el Felanitx se sentía así más cómodo, porque se dedicaba a explotar el contraataque.
Los ibicencos tuvieron únicamente dos oportunidades para desnivelar la balanza. La primera estuvo en las botas de De Pablos, que, en el minuto 70, se mostró lento en la definición dentro del área, cuando estaba solo, y acabó perdiendo la pelota. La última ocasión la tuvo Cristóbal al filo del pitido final, pero estaba demasiado escorado y su disparo lo atajó Yan en el primer palo.