Dicen que mientras hay vida, hay esperanza, pero lo cierto es que la fe se ha visto reducida de manera importante en el Atlético Jesús. Quedan solamente tres jornadas para el final de la competición y el equipo de Rafa Campillo no se puede permitir ningún tropiezo más si quiere conseguir la permanencia. Y lo peor es que no depende de sí mismo, puesto que una única victoria del San Gabriel ya le brindaría la salvación al conjunto catalán matemáticamente.
Hoy, a partir de las 17,00 horas, el conjunto blanquirrojo recibe al Sporting Ciutat de Palma, cuarto en la tabla, en el derbi balear de la categoría. Las ibicencas se juegan su futuro a una sola carta. Si no sale, el descenso se habrá consumado y el sueño de la permanencia se habrá desvanecido. Sólo una posible reestructuración del fútbol nacional femenino, tema que está en el aire, haría al Jesús volver a soñar con fútbol de calidad en la Isla. Pero, como dice Campillo, «no está claro cómo va a quedar el tema», por lo que es hora de pensar en ganar y olvidarse de lo demás.