Nada mejor que una goleada para avisar al Constància de que la persecución que está realizando la Peña Deportiva al play off va camino de fructificar. El equipo de Luis Rueda debía hacer los deberes en casa para reducir la brecha con el conjunto de Inca a tres puntos y no sólo cumplió su objetivo sino que mejoró notablemente la imagen respecto a jornadas pasadas.
Un doblete de Manuel Expósito Salinas, el mejor jugador del encuentro, y un tanto del delantero Diego Piquero sirvieron para sentenciar a un indolente Alaior que no ofreció ningún argumento futbolístico para intimidar a su rival.
Tal y como avisó Luis Rueda antes del encuentro, el campo municipal fue el peor enemigo para el equipo local, el único que trató de hacer circular el balón con velocidad y elaborar con criterio las jugadas de ataque. La aridez del tapete artificial a consecuencia del intenso calor avivó la dureza del mismo y la lentitud de las acciones con el esférico. Pero ayer la victoria tenía un claro color merengue y sólo hacía falta ser paciente y afinar la puntería.
Ocasiones tuvo de sobra el once de la Villa del Río, en el que sorprendió la posición de lateral derecho de Osky y la entrada de Maxi Re por el perfil izquierdo.
Edu Moral tuvo en sus botas el primero de la mañana, pero su disparo cruzado encontró los pies de Toni (min. 6). Pablo Ríos levantó de nuevo al público local con una volea desde la frontal que peinó el larguero cuando se cumplía el primer cuarto de hora.
El conjunto menorquín facilitaba las combinaciones de la Peña en medio campo, las incursiones de los extremos y las llegadas al área. La Peña estaba levantando los cimientos del triunfo y éste comenzó a ser palpable a los 40 minutos de partido. La zaga visitante no acertó a despejar un balón colgado desde la izquierda y Salinas, sin dejar que botara el balón, fusiló por bajo a Toni desde el vértice del área pequeña para establecer el 1-0.
El inicio de la segunda mitad fue chocante, pues el Alaior, inédito en ataque en el primer episodio, tuvo varias acciones de peligro que pudieron desestabilizar el guión de la Peña. Puro espejismo. A los 57 minutos, Maxi agarró el cuero en su banda y puso un centro medido, como mandan los cánones, al punto de penalti. Edu trató de cabecear, pero falló en la ejecución. Poco después, el pichichi del equipo se plantó solo ante Toni, pero sus ansias por marcar le llevaron a fallar en el regate cuando tenía solo a su derecha a Salinas para empujar el balón (61').
El gol de la tranquilidad se resistía y Piquero contribuyó a la desazón local con la jugada tonta del encuentro. Tras romper el fuera de juego y zafarse del último defensa, el ariete cántabro dribló al meta menorquín y enfiló hacia la meta. Entonces, se enredó con el balón y acabó disparando al único sitio al que había llegado un defensa, que repelió el balón sobre la línea de gol (min. 75).
Los mejores minutos
La Peña buscaba con ahínco la sentencia y para ello elaboró interesantes jugadas, de calidad y al primer toque. En una de ellas, Salinas alcanzó un balón en largo antes que el meta Toni y, tras regatearlo, lanzó una vaselina desde 25 metros para anotar el segundo (min. 78). Piquero, tras un contragolpe de libro protagonizado por Salinas y Yeste, certificó en el 86' una goleada que esconde un claro mensaje: Inca, aquí huele a remontada.

Rueda: «Creo que podemos alcanzar el 'play off'».
Luis Rueda, entrenador de la Peña, comentó sobre el partido que «la única manera de ganar» ayer era «teniendo posesiones largas». Eso sí, lamentó que «las condiciones del campo nos perjudican bastante porque se seca y no hay césped». «Hemos intentado jugar con el balón por abajo y hemos conseguido un resultado merecido y corto», subrayó. El técnico añadió que se marchó «contento» del encuentro y que «el equipo disfrutó».
Sobre la diferencia de tres puntos con el Constància, se mostró optimista: «Creo en la posibilidad de alcanzar el play off. Creo que se puede auqnue no veo al equipo con la mente y las piernas que me gustaría, sobre todo por el tema del campo. No podemos desaprovechar más oportunidades y ante el Norteño hay que ganar sí o sí. Sería la única manera de jugar una final contra el Constància».

La Opinión
Un último golpe de timón
El rumbo de la Peña Deportiva se mantiene constante hacia su objetivo. A veces, un golpe de viento frena a la embarcación, pero la ilusión de la tripulación se mantiene intacta a escasas millas del puerto. El capitán tiene su aparejo listo para el atraque definitivo, pero necesita un último golpe de timón sólido, sin medias tintas. Esa meta no es otra que el Constància y el amarre, dentro de dos semanas en Santa Eulària. De nada serviría comerse a peces 'chicos' si, a la hora de la verdad, se amedrenta con escualos mayores. Toca realizar el viraje definitivo.