La alpinista conversa con el alcalde de Santa Eulària, Vicent Marí, antes de la rueda de prensa. | Marco Torres

La sede del Club Náutico de Santa Eulària vistió ayer sus mejores galas para recibir a una de esas deportistas ante la que uno debe quitarse el sombrero. La reconocida alpinista Edurne Pasaban (Tolosa, Guipúzcoa, 01-08-1973) deslumbró los flashes con su esbelta figura y una simpatía de admirar, teniendo en cuenta que hace apenas 20 días trataba de sobrevivir, sin oxígeno, en los escarpados desfiladeros del Everest.

-No ha pasado mucho tiempo desde su última expedición, ¿se encuentra recuperada?
-Bastante recuperada. Mucho mejor, desconectando un poco de todo y mucho más relajada.

-Ha sido una de las experiencias más duras que ha vivido por lo que ha relatado en su blog y por la posterior polémica sobre el rescate de Juanito Oiarzabal.
-Sí, no ha sido fácil por muchas cosas. El Everest es una montaña muy complicada para subir sin oxígeno. Es muy alta y eso implica que estés más nervioso de lo normal. Fue muy duro llegar al punto de encuentro y a un campo base con tanta gente. Conseguir que no te influya demasiado lo que pasa alrededor es complicado. Ha sido una experiencia no muy exigente alpinísticamente, pero todo el entorno de allí se me ha hecho mucho más duro.

-En un deporte como el alpinismo, ¿es tan importante el compañerismo como tener una mente fuerte y saber afrontar los momentos de soledad?
-Sí, es verdad que para mí lo más importante es el equipo. Estos últimos años parte del éxito es por el equipo que he tenido. Pero también hay mucha parte tuya. En el Everest tomar la decisión de darte la vuelta, por ejemplo, al final piensas en todo, en tu equipo, en lo que ha costado... Pero a 8.000 metros no es fácil tomar una decisión, decir, «seguimos o bajamos». La gente piensa que en el alpinismo el físico lo es todo. Yo digo que el 75 por ciento es la cabeza. Allí funciona mucho.

-En este deporte, ¿resulta más complicado formar cantera?
-Es lo mismo que en otros deportes. Hay clubes de montaña y mucha gente me pregunta cómo empezar. Lo que pasa es que no tenemos la mentalidad de ir a un club a que nos enseñen a escalar. Hay que cambiar la mentalidad, así se promueve a los chavales. Yo vengo de un pueblo rodeado de montañas donde hay tres clubes. Me llevaban mis padres a aprender a esquiar y a hacer muchas cosas.

-¿Es Eivissa un buen lugar para desconectar de aventuras como la del Everest?
-Sí. Te relajas mucho. Esta isla me encanta, mucha gente ve Eivissa como un lugar de juerga y no es así. Te sorprende. Llevo aquí una semana y no he ido de fiesta. He estado en sitios donde no había nadie. He estado escalando aquí también... Esta isla ofrece muchísimas cosas. La gente es muy agradable, los ibicencos son muy abiertos y siempre están para ayudarte. Eso se agradece muchísimo y la Isla te da muchas cosas para hacer.

-Y en este remanso de paz, ¿qué le gusta más, el descanso total o buscar zonas para escalar?
-He ido a un par de sitios a escalar esta semana. Pero por la mañana, a la sombrita; luego por la tarde. a una cala a tomar el sol y tomarme una cerveza. No sabemos hacer vacaciones estáticas de sólo toalla y playa.

-¿Piensa ya en el próximo reto o en disfrutar de las vacaciones?
-Estoy totalmente desconectada, quizá porque el aterrizaje ha sido duro y necesito esto. Sabía que iba a venir a Eivissa y cogí toda la semana de vacaciones para estar aquí tranquilamente. Quiero que venga el verano, ir pensando con la gente del equipo en qué hacer y, luego, ya veremos.

Endesa colabora por cuarto año en la promoción de la vela con entrega de material
Pasaban acudió en la mañana de ayer a la sede del Club Náutico de Santa Eulària para acompañar a la multinacional española Endesa en la entrega, por cuarto año consecutivo, de material para la escuela de vela. A la presentación acudieron, entre otros, el director general de Endesa, José Bogas, y el alcalde de Santa Eulària, Vicent Marí.
«Uno de nuestros valores es el deporte. Tenemos una relación magnífica con Edurne no por el alpinismo, sino porque es un ejemplo de superación y de saber manejar la cabeza perfectamente. Es la primera mujer en coronar 14 'ochomiles' y, esta vez, en el Everest y sin oxígeno, es cuando más la he admirado por cómo le ha funcionado su cabeza. Este es el espíritu que queremos y por eso es un honor colaborar con el club náutico y con la afición al mar», destacó en su discurso Bogas.
Para Vicent Marí, la colaboración de Endesa «es un lujo y un honor». «Gracias a su impulso hemos hecho una apuesta fuerte por la vela», aseguró. Sobre Pasabán, indicó que «es una mujer que toca el cielo y que ahora está aquí, a ras de agua». La alpinista, por su parte, reconoció que, a pesar de su desconocimiento sobre el mundo de la vela, «los valores de los deportistas son los mismos». «Estas iniciativas merecen la pena porque se hacen con ilusión y con pasión. El gobierno vasco me acaba de otorgar el título de 'Vasca Universal' por valores como la constancia, el compromiso y la pasión. Esto hay que transmitir a los chavales», apuntó Pasabán.