Edu Moral ejecuta una chilena durante el partido de ayer. | Marco Torres

Si la semana pasada fue José Fernández el canterano que sentenció la victoria de la Peña Deportiva en Son Ferrer, ayer fue Pepe Bernal el encargado de desnivelar la balanza en favor del conjunto de Santa Eulària sobre un ramplón Ferriolense (1-0). Suyo fue el tanto de la victoria para un equipo que acusó la pesadez de piernas lógica de la pretemporada, pero que debutó ante su parroquia haciendo los deberes y manteniendo el liderato de la Tercera División Balear.
El ex del Sant Jordi trasladó su habitual desparpajo al reluciente alfombrado del Municipal pasado el ecuador de la segunda mitad, cuando Paco Onrubia le dio la alternativa. En apenas tres minutos, el menudo centrocampista ibicenco dejó constancia de que la cantera, con esfuerzo y sacrificio, tiene un hueco en la categoría autonómica.
Bernal sacó del atolladero a una Peña que dominó el partido a intervalos y que marró numerosas ocasiones de gol. Pepe resolvió un verdadero problema cuando en el minuto 71 aprovechó un mal despeje de la zaga visitante para anotar, a placer, el único tanto del partido.
Saltó la Peña al terreno de juego con ganas de agradar a su afición y de refrendar con la segunda victoria el buen arranque liguero. Pero la mordiente y, por consiguiente, el oxígeno duraron media hora. Hasta entonces, Piru había dado muestras de su excelente toque de balón con la zurda y Edu Moral levantó los aplausos con una chilena que detuvo a ras de césped Fran (min. 25).
El Ferriolense tomó entonces las riendas del encuentro, cuando su centro del campo superó con agresividad y presencia al de la Peña, donde comenzaba a hacer aguas la pareja formada por Newman y Julio César.
En el 36, el colegiado invalidó un tanto de Mariano por supuesto fuera de juego, una acción dudosa que pudo cambiar el rumbo del choque. Antes del descanso fue Rafita el que perdonó el 0-1 con todo a su favor para fusilar a Moro (43').
Segunda parte
El descanso llegó a tiempo para la escuadra de Onrubia, que tuvo tiempo en la reanudación de tomar aire y reconducir el partido. Las interrupciones restaban fluidez al juego y ambos equipos parecían encallados en la medular. Hasta que comenzó el baile de cambios. Bauti primero y Bernal después azuzaron el ataque peñista. Entretanto, Edu no cesaba en su empeño de marcar ante el incesante esfuerzo de los centrales mallorquines por retener sus arrancadas. Únicamente causaban sensación de peligro las faltas laterales y los córners que botaba con elegancia y precisión Piru.
Entonces llegó el turno de Bernal. Desde el eje del centro del campo observó una buena internada del '9' blanco por el flanco izquierdo. Acompañó la jugada y comprobó cómo el centro de Edu al corazón del área rebotaba en las piernas de un defensa, que se quitó el balón de encima, sin criterio ni acierto. Y ahí apareció Pepe en la frontal del área para recoger el 'regalo' y enviar el cuero al palo contrario, donde sería inútil la estirada del portero.
Bernal se había ganado el cielo con ese gol. Pero tenía más repertorio para ofrecer a la grada y a su técnico. En los 20 minutos siguientes tuvo tiempo de dar tres pases perfectos al hueco, entre otras cosas, y a tres del final sorprendió con un potente disparo desde el centro del campo que apunto estuvo de significar el segundo. Fran lo detuvo a tiempo.
La Peña se llevó así los tres puntos en un inicio de ruta ideal. Y lo más positivo es que hay un amplio margen de mejorar.