Los jugadores del San Rafael celebran el primer tanto ante el lamento del local Nandi.

ATLÉTICO ISLEÑO 0
David Prats (1);
Nandi (1)
Xiqui (1)
Guti (1) (67')
Niki (1)
Javi Escandell (1);
Chilo (1)
Tomás (1) (85')
Ausín (1)
Toni Ramírez (1) (85');
Juan Martínez (1)
Cambios:
(67') Bartolo (1)
(85') Toni Troya (s.c.)
(85') Crispy (s.c.)

SAN RAFAEL 2
Javi Seral (1);
Dani (1)
Pau Pomar (1)
Rubén Martínez (1)
Pepe Grimaldo (1);
Iván Guzmán (2)
Pedro (1)
José Luis (1)
Vicent (1) (72');
Adrián Ramos (1)
Piquero (1) (77')
Cambios:
(72') Maline (1)
(77') Carlos Fernández (1)

Goles:
0-1, min. 4, Iván Guzmán.
0-2, min. 85, Iván Guzmán.

Àrbitro: Bardají Martín. Amonestó a los locales Nandi, Niki, Chilo, Juan Martínez y Ausín y a los visitantes Grimaldo, Dani, Pedro y Maline.

Incidencias: Estadio de Can Misses. Unos 800 espectadores. El Atlético Isleño, antes del partido, presentó el nuevo himno del club. Muchas autoridades políticas en el palco.

El 'blues' es un género musical originario de las comunidades afroamericanas de Estados Unidos y que se caracteriza, generalmente, por la tristeza y la depresión de sus letras y ritmos. Esa misma tristeza y depresión es la que se vivió ayer en el estadio de Can Misses en un derbi, el primero en partido oficial entre el Atlético Isleño y el San Rafael, que dejó mucho que desear. Por no tener, no tuvo ni emoción, por no hablar de buen juego y ocasiones. Dos destellos de Iván Guzmán, el mejor sobre el césped, resolvieron el partido a favor de los 'blues', precisamente el nombre con el que se conoce a los jugadores del San Rafael, que se llevaron los tres puntos sin apenas despeinarse.
El conjunto rafeler no tardó en encarrilar el derbi. Sólo habían transcurrido cuatro minutos de juego cuando Iván Guzmán recogió un balón suelto fuera del área para fusilar a David Prats y conseguir, de esta forma, su primer gol con la camiseta del San Rafael. El partido acababa de empezar y las cosas se le ponían de cara a los de Mario Ormaechea que, sin hacer nada del otro mundo, sin comerlo ni beberlo, se ponían por delante en el marcador.
El Isleño tardó en recuperarse de ese duro golpe. Tocaba reaccionar, algo complicado para un equipo que no se caracteriza, precisamente, por su facilidad para ver portería. El equipo de Jaime Mascaró y Pepe Arabí sólo ha logrado cuatro goles en los seis partidos (540 minutos) disputados hasta el momento y con el paso de las jornadas se hace más urgente la llegada de uno o dos delanteros que ayuden a desatascar al equipo.
Tampoco es que ayudase mucho el cambio de sistema diseñado para este partido por el tándem Mascaró-Arabí, con cinco defensas y situando a Juan Martínez como el hombre más adelantado, con Chilo y Toni Ramírez por las bandas. Precisamente Toni Ramírez tuvo en sus botas en el minuto 18 la ocasión más clara del Isleño en la primera parte y casi en todo el partido. El jugador vio adelantado a Javi Seral y quiso sorprender desde unos 40 metros, aunque el guardameta estaba atento y atajó el balón sin excesivas dificultades.
El equipo visitante tampoco hizo mucho más en estos primeros 45 minutos. En su haber sólo hay que anotar un disparo en el minuto 15 de Adrián Ramos, que salió excesivamente desviado. Por lo demás, sólo tuvo que emplearse con acierto en defensa para contrarrestar las contadas aproximaciones del Atlético Isleño para irse a los vestuarios con ventaja en el marcador y con la tranquilidad que le daba el hecho de que la mitad del trabajo ya estaba hecho.
La puntilla
La segunda parte fue, si cabe, aún peor y más aburrida que la primera. El conjunto de casa quería, pero a todas luces no podía, ante un San Rafael que siguió con su estilo conservador del primer tiempo. Los minutos pasaban y sólo en una ocasión los locales pusieron el 'uy' en la grada con un centro de Toni Ramírez que un central visitante despejó a córner ante la llegada de Juan Martínez. El San Rafael, por su parte, sólo disparó una vez a puerta y, como pasó en el minuto 4, acabó en gol. Dani centro desde la derecha e Iván Guzmán bajó el balón con el pecho para, dentro del área, batir a David Prats de disparo raso. Era el minuto 85. Ya no dio tiempo para más. El derbi había acabado para alivio de muchos.