El Audi A4 de Aznar, en una de las curvas. | Marco Torres

Los caprichos del destino, o de la pericia al volante, según se mire, han hecho posible que los dos 'grandes' del automovilismo de montaña a nivel nacional se disputen hoy, en la última manga de la XXVII edición de la Pujada a sa Cala, el Campeonato de España de rallys de montaña. La victoria del actual subcampeón de España. José Antonio Aznar, en la primera prueba puntuable, disputada ayer en la mítica ascensión ibicenca, ha nivelado de tal manera la clasificación con el pentacampeón José Antonio López-Fombona, que los dos pilotos saldrán este mediodía desde la 'pole', con los mismos guarismos, en busca del ansiado título dentro del grupo principal, el A2.
El Audi A4 ST del conductor almeriense de la Escudería del Marmo fue el más veloz en una primera manga donde se registraron dos incidentes que salpicaron la competición pero que, afortunadamente, no tuvieron consecuencias para los accidentados. Aznar marcó en los 4 kilómetros de ascensión un tiempo de 2 minutos, 19 segundos y 70 décimas, dejando a su máximo rival a más de cuatro segundos de distancia. López-Fombona tuvo que conformarse con la tercera posición de la general, colándose en el segundo puesto Raúl Borreguero y su Mósler MT 900.
Mientras, el ibicenco José Joaquín Fernández (Automóvil Club de Eivissa) llevó a su Mitsubishi Lancer Evo IX hasta la sexta posición de la general, clasificándose en la segunda plaza del grupo N por detrás de Víctor Pardeiro (Langreo Motor). Fernández hizo valer su conocimiento del trazado pitiuso para compensar su falta de rodaje después de no haber podido tomar parte en ninguna prueba del nacional a causa de los problemas económicos. José Joaquín, además, marcó la segunda plaza en la general del Campeonato de Montaña de les Illes Balears por detrás de la barqueta de Gabriel Arrabal, quien completó el trazado en 2:12.806.
La segunda y última carrera del nacional de montaña dará hoy el pistoletazo de salida a las 12,00 horas después de sendas mangas de entrenamientos. La carretera PM-811, entre el kilómetros 2 y el 7, permanecerá cerrada al tráfico entre las 07,45 y las 14,49 horas.
Sin consecuencias
Varios fueron los accidentes que salpicaron la primera jornada en sa Cala, ninguno de ellos con consecuencias para los pilotos. Los participantes se tomaron muy en serio los entrenamientos previos a la carrera, tal fue su empeño que 11 vehículos se quedaron sin competir en la carrera oficial. Uno de los más afectados fue el Silver Car de Mario Hekke, que tuvo que ser retirado por la grúa tras salirse de la calzada e impactar con un lateral. Uno de los accidentes provocó que la carrera permaneciera detenida durante 40 minutos, mientras los voluntarios retiraban una gran mancha de aceite que hacía peligrar la conducción del resto de pilotos.
La organización, a cargo del Automóvil Club de Eivissa y Formentera, espera que todos los vehículos que se quedaron sin salir puedan comparecer hoy en el día grande de la Pujada.

Expectación y letargo
Varios miles de espectadores se dieron cita en la 'clásica' del motor en las Pitiüses, dando color a una ascensión que contó con cerca de dos kilómetros de tramo cerrado al público como consecuencia del incendio que asoló la zona de Morna a principios de verano. Se espera que hoy las laderas de la subida a sa Cala registren un número cercano a los 8.000 espectadores en la que significa la jornada más especial del año para los amantes del asfalto en Eivissa. Ayer, no todo fue algarabía y estruendo en las cunetas de Sant Vicent. Hasta cuatro accidentes, leves en su mayoría, restaron emoción y dinamismo a la jornada vespertina. La manga oficial estuvo detenida durante más de 50 minutos por sendos accidentes. Uno de ellos provocó el derrame de una gran cantidad de aceite que hacía peligrar la conducción de los pilotos, por lo que la prueba estuvo suspendida durante unos 40 minutos. En los entrenos, el ibicenco Juan A. Orvay tuvo problemas con su Citroen AX y la barqueta de Pedro Bueno quedó bastante maltrecha por una colisión. Menos mal que la organización ha dispuesto este año un deejay para amenizar el evento. Por lo demás, las neveritas azules y las sillas plegables conformaban la típica estampa de una prueba sinigual en la Isla.