Imagen de la presentanción de las plantillas del 2010-11. | ARGUI

La cifra del rescate del Club Bàsquet Puig d'en Valls supera los 200.000 euros. Esa es la cantidad que está desangrando a la directiva del club de baloncesto femenino con sede en la localidad de Santa Eulària. La entidad se encuentra, a día de hoy, en una situación límite como consecuencia del retraso y, en algún caso, del incumplimiento de los compromisos institucionales adquiridos en el primer semestre del año.
La última comparecencia del conseller balear de Turisme y Esports, Carlos Delgado, defendiendo el recorte del 67 por ciento del presupuesto destinado a los clubes de élite han terminado por sumir al club en una posición desesperada. Límite.
Desde la entidad que preside Vicente Torres se denuncia el impago de 110.000 euros en concepto de promoción turística apalabrado por el anterior presidente Xico Tarrés y suprimida a finales de este verano por Vicent Serra tras el cambio de gobierno.
El club planificó la nueva temporada del Palacio de Congresos contando con una partida comprometida; firmada por una jurista y con el informe favorable de un técnico de la materia.
El club se encuentra en el mes de septiembre con siete jugadoras profesionales y tres refuerzos de lujo pendientes de firmar. Finalmente, la dirección deportiva se ve obligada a renunciar a su proyecto, eso sí, con la temporada iniciada y el aval de 85.000 euros depositados en la Federación Española de Baloncesto. No hay marcha atrás.
Pero a esta cantidad había que agregarle otras de similar o superior cuantía. El pasado 14 de mayo la Fundación Illesport asignaba la cantidad fija de 1.476.003 euros para 21 equipos de las islas. El PDV recibiría la suma de 130.074 euros. La partida, sin embargo, se verá reducida en más del 60% tras el anunció de los presupuestos para 2012, recortes defendidos por Delgado en su visita a Eivissa el pasado jueves. Por si fuera poco, tampoco han llegado a las arcas del club los 65.000 euros en concepto de variables correspondiente a la partida de Illesport del año 2010.
Desde el mes de septiembre, las noticias no han hecho sino agravar la enfermedad que padecen la gran mayoría de clubes de élite de la Isla, entre ellos el PDV. A pesar de los constantes reajustes que afronta la entidad para arañar un euro, la losa es enorme y amenaza con un desplome definitivo.
Desde el club no entienden la falta de sensibilidad y la ausencia total de información por parte de las instituciones. Por qué ningún político ha prestado un mínimo de interés y empatía hacia los afectados. Por qué arrojan balones fuera los responsables ibicencos. No dan crédito a los acontecimientos clubes como el PDV que, de haber conocido en verano que se produciría tal tijeretazo en las ayudas, habrían dado un paso atrás -y descendido alguna categorías- atendiendo a la coherencia y el sentido de la realidad.
El patrimonio, en juego
Tal es la situación, que la veintena de miembros que componen la directiva del PDV están arriesgando su patrimonio personal, poniendo en riesgo muchos años de trabajo. Para el club, la única preocupación en estas semanas se centra en hacer frente a las nóminas de jugadoras y empleados del club y a los desplazamientos del primer equipo. El leit motiv de la entidad y su esencia están desapareciendo, dejando paso a un periodo de agonía en el que lo deportivo pasa a un segundo plano.