Varios corredores durante la pasada edición de la Pujada a la Catedral.

La Pujada a la Catedral 2011 ha superado todas las previsiones y ayer cerró el plazo de inscripciones con un total de 768 atletas, que despedirán esta tarde (16,30 horas) el año recorriendo los 2.240 metros que separan el Paseo Marítimo de la Plaza de la Catedral. Esta es una cifra impensable hasta hace muy poco tiempo. «Hemos pasado unos años de crisis, pero ahora mismo está claro que las carreras populares tienen cada vez mejor acogida y que la gente tira por ese camino para mejorar su salud. Estamos muy satisfechos y sorprendidos por la cantidad de personas que se han inscrito y esperamos estar en torno a los 500 participantes porque, aunque cada vez falla menos gente, siempre se apuntan más corredores de los que luego suelen acudir a la prueba», afirmó Toni Roig, presidente del CA Pitiús y organizador de la tradicional prueba, quien añadió que las previsiones climatológicas para hoy «son bastante buenas» .
No sólo hay que fijarse en el número de participantes. También hay que hacerlo en el nivel de los corredores. «Prácticamente están todos los que somos en la Isla. En estas fechas regresan todos los estudiantes que están fuera y, además, los habituales también participan, por lo que se verá una carrera muy emocionante y disputada», señaló Roig.
Pese a todo, el técnico da casi por segura la victoria en categoría masculina de Ouais Zitane, del CA Hotel Pacha. «Zitane siempre es el favorito en todas las pruebas a las que acude. Eso sí, esta carrera es perfecta para atletas de 800 y 1.500 metros y gente como Adrián Guirado, Toni Tugores o Cristian Torres, si finalmente participa, pueden crearle problemas. En la categoría femenina las principales candidatas son Erika Torres y Alexia Hartmann o, ya más veterana, María José Morell», añadió el presidente del Pitiús.

Los Quirós, veteranía y juventud
La familia Quirós representa la juventud y la veteranía en la trigésimo segunda edición de la Pujada a la Catedral. Los niños Patricia y Pau Quirós Tur, nacidos en el 2007, son los participantes más jóvenes que tomarán la salida en la prueba, con apenas cuatro años. Por su parte, su padre, Paco Quirós, no es el más veterano en tomar la salida en la Pujada, pero por muy poco. El incombustible corredor del AVE tiene 63 años y únicamente es superado en edad por tres corredores: Hans Jürgen Salewski (1943), Bartolomé Darder (1944) y Antonio Bernal (1947).