Jill Bettonvil jugó este sábado ante el Perfumerías Avenida vistiendo la camiseta de Sandra Pirsic.

El Palacio de Congresos de Ibiza está obligado a ganar casi la mitad de los partidos que le restan de aquí al final del campeonato para lograr la salvación, que suele establecerse como promedio en las ocho victorias. El conjunto de Miguel Ángel Ortega, que este sábado dio carpetazo a la primera vuelta con un pobre balance de un triunfo y doce derrotas, debe lograr al menos siete triunfos más en los próximos 13 partidos, algo que se antoja, hoy por hoy, una misión imposible.
Por lo pronto, el equipo ibicenco sabe que tiene dos auténticas finales por delante, que pueden avivar el sueño de la permanencia o, por el contrario, apagarlo definitivamente. Este sábado, el conjunto ibicenco recibe en el pabellón de Santa Eulària al Obenasa Navarra, equipo en el que milita Melissa Dennett, exjugadora de la plantilla ibicenca. Siete días después, toca la visita a la pista del Real Club Celta, penúltimo en la tabla.
Caso de perder ante estos dos equipos, undécimo y decimotercero en la tabla clasificatoria respectivamente, los dos con tres victorias y diez derrotas, la diferencia con respecto a la salvación se situaría a una distancia casi estratosférica de tres partidos más el ‘basket-average' en contra.

Una pívot
Ortega, tras el partido ante el Perfumerías Avenida, en el que estaban delante pívots de la talla de Erika de Souza o Dewanna Bonner, afirmó que «para salvarnos hay que fichar una jugadora interior de categoría». El técnico sólo cuenta en esa demarcación con Aina Denti, junto a las recién llegadas Jill Bettonvil y Sarah Chan, jugadoras que, según el entrenador, les falta mucho para dar el nivel en la categoría.
Esta situación reabre el debate sobre si el club debe intentar hacer un esfuerzo extra para reforzar al equipo con una ‘cinco' o si la situación económica hace inviable cualquier movimiento. Por el momento, la directiva se centra en terminar la temporada de la mejor forma posible, aunque eso signifique partir desde Liga Femenina 2 la campaña 2012/13.

Las estadísticas, en contra del Palacio
Las estadísticas son contundentes y no invitan al optimismo. En las diez últimas temporadas, el equipo que acaba la primera vuelta como último clasificado ha perdido la categoría en un 90 por ciento de los casos. Sólo el Breogán, en la temporada 204/05, fue capaz de salvarse tras finalizar la primera mitad del campeonato como colista. Eso sí, el conjunto gallego tenía a estas alturas de temporada tres victorias y, en la segunda vuelta, sumó cinco más. Ningún equipo con sólo una victoria en la primera vuelta -han sido cuatro en los últimos diez años- se ha logrado salvar.