Edu Moral, delantero de la Peña Deportiva, durante un encuentro de esta temporada. | Marco Torres

Edu Moral rompió ayer su silencio tras el agitado derbi ante el San Rafael en el que fue expulsado por golpear a un rival sin balón de por medio y tras el cual tuvo que leer en boca de su entrenador que al equipo le falta un 'hombre gol'. El delantero centro de la Peña Deportiva desvela en Ultima Hora su malestar con los dos partidos de sanción que le ha impuesto el comité balear tras lo que considera «una típica disputa de fútbol que debió saldarse con amarilla para los dos -Larra fue el otro jugador implicado-». También quiso explicar el goleador de Arenal su frustación por las palabras que su entrenador, Matías Fernández, dijo en la rueda de prensa posterior a la derrota. El técnico lamentó entonces «la falta de gol» del equipo. «Evidemente que nos falta remate delante», remarcó Fernández, que ha insistido durante el mercado de fichajes en la necesidad de incorporar futbolistas con facilidad para marcar, y que ha satisfecho con los fichajes de Kaké, Pozo y Vaquero.
Estas palabras disgustaron al 'pichichi' del equipo (con 8 tantos), que quiere recuperar la confianza de los suyos para volver a ser ese goleador admirado por todos en la Tercera balear. «No sé si son críticas u opiniones, pero me afectan. Soy un jugador que me afectan estas críticas cuando se refieren al tema de gol y te duele más cuando viene de cerca. Leí que el equipo carece de 'hombre gol' y estoy afectado», reconoció ayer en exclusiva para este periódico. Edu Moral quiere puntualizar que no está «decepcionado» con su técnico y que el único propósito de hacer pública su inquietud es «estar unidos y arroparnos unos a otros». «Me gusta tener la confianza del entrenador; sé que me la ha dado, pero si dice esto es porque no está al cien por cien seguro», agregó el delantero de 25 años.
Edu entona el mea culpa al reconocer que no atraviesa por su mejor momento, como el resto del equipo: «Es verdad que cuando vine de vacaciones recaí de la espalda y hasta ahora me molesta un poco. He decidido recuperarme bien esta semana que no voy a jugar. Sé que no estoy al cien por cien físicamente, pero tenemos que estar unidos. Si uno está mal, cubrir al compañero para que no se note».

Sanción «excesiva»
Además, quiso resaltar que mientras estuvo en el césped frente al San Rafael se encontró «de maravilla» y que lo último que se esperaba era la expulsión. «Me parece excesivo; una manera de reírse de mi por parte del árbitro o de quien sea», lamentó el delantero, que recuerda cómo sucedió la jugada según su versión: «El que lo haya visto dirá que el chico ni siquiera se cayó al suelo. Fue la típica disputa y no entiendo que me expulsara. El árbitro estaba a dos metros, si vio mi acción también vería la suya. Lo más normal era amarilla para los dos. Pienso que se equivocó y ahora lo tengo que pagar con dos partidos».
Los últimos acontecimientos en torno al equipo y la sequía goleadora han dañado el amor propio del futbolista, que espera regresar con las baterías cargadas para silenciar el ruido de fondo. «La sanción es un contratiempo para mi porque, tal y como estaban las cosas con los rifles apuntando, me han dejado al borde del precipicio. Pero puede venir bien porque se decía que el equipo carecía de 'hombre gol', así que me quedo tranquilo y veré si soy necesario o no. He recibido acusaciones en las que, de una manera u otra, me veía involucrado. Llevo tres años marcando goles y lo veo como una manera de que toda la responsabilidad recayera sobre mi», concluye un futbolista comprometido con su club, pero contrariado ante los constantes volantazos de una nave que persigue recuperar su rumbo.