Osky se escapa por una banda con el balón controlado.

Peña Deportiva: Jaime (1), José Fernández (1), Berto (1), Rubén Martínez (1), Fofi (1), Raúl Casañ (1) (65’, Pepe Bernal, 1), Pando (1), Osky (1), Nil (1) (55’, Piru, 1), Joseto (1) y Pozo (1) (60’, Kaké, 1).

Espanya: Nicolau (1), Julio (1), Mas (0), Tropi (1), Nevado (0), Franco (1) (65’, Oier, 1), Mut (0), Raúl (1), Juanra (1) (51’, Polvorosa, 0), Giglio (0) (46’, Barrado, 1) y Guillem (0).

Goles: 0-1, Raúl, de penalti, min.1; 1-1, Fofi, min. 19; 2-1, Pando, min. 53; 2-2, Julio, min. 59; 3-2, Joseto, min. 71; 3-3, Tropi, min. 77; 4-3, Pando, min. 86.

Árbitro: Óscar Roig. Amonestó con tarjeta amarilla a Jaime, Mas y Barrado. Expulsó, por doble amonestación, a Guillem (70’).

Incidencias: Partido disputado en el Municipal de Santa Eulària ante 150 espectadores. Los jugadores de ambos equipos hicieron el pasillo a los jugadores de las categorías benjamín, juvenil y femenina por los títulos insulares.

«Tensión», masculló Matías Fernández en el ecuador de la segunda parte, viendo la escasa intensidad defensiva de sus futbolistas. Y es que la Peña se despidió de su hinchada con una victoria después de un carrusel de despropósitos de unos y otros durante los 90 minutos.

Que no había mucha tensión se pudo ver cuando sólo se llevaban 28 segundos de partido y Jaime hacía penalti a Raúl, permitiendo que los mallorquines se adelantaran en el marcador. Después llegaron varias oportunidades para los locales, desperdiciadas una detrás de otra hasta que Fofi decidió apostar por una acción individual e hizo la igualada. Fue un tanto de bandera.

La segunda mitad siguió por los mismos derroteros, con fallos garrafales en defensa por parte de ambos equipos. La Peña volvió a adelantarse hasta en dos ocasiones, pero vio cómo los mallorquines neutralizaban su ventaja a pesar de que jugaron los últimos 20 minutos en inferioridad numérica.

Los peñistas erraron ocasiones muy claras. Menos mal que Borja Pando logró su segunda diana particular con el encuentro casi acabado. Aún hubo dos acciones más de peligro por parte del Espanya, lo que llevó el murmullo en la grada, atónita ante las facilidades que el cuadro local daba atrás.

Acabó el encuentro, y dado que en Santa Eulària están en fiestas, los nostálgicos debieron pensar que sólo faltaban Los Sírex versionando «si yo tuviera una escoba, cuántas cosas barrería». Los que tienen la escoba en la mano trabajarán a destajo en las próximas semanas.