Imagen del partido.

La Peña Deportiva hizo buenos los pronósticos y se impuso al San Rafael en el primer duelo de caché para los de Mario Ormaechea. Los peñistas fueron superiores a los ‘rafelers’, pero su falta de pegada hizo que el suspense se mantuviera hasta el pitido final. De todos modos, cabe destacar la actitud de los ‘rafelers’, que no le perdieron la cara al choque nunca. Y eso que los visitantes jugaron la primera parte con, prácticamente, el que podría ser su once tipo, no como un conjunto ‘blue’ que mezcló a titulares y suplentes en todo momento.

Los de Santa Eulària dan miedo sobre el terreno de juego. Su buena planta y la calidad de sus jugadores hacen prever buenas tardes para su afición. A poco que se pongan el mono de trabajo y encuentren el camino del gol, esta Peña asustará. Por su parte, los ‘rafelers’ dejaron claro que la juventud de su plantel no será un gran handicap. Hay chispa, calidad y ganas de agradar, ingredientes suficientes para andar en mitad de tabla.

El único tanto del encuentro no tardó en llegar. En el minuto 9, Moro quiso jugar desde atrás para José García, pero pasó el balón sin querer a Ausin, que aprovechó el regalo para romper las tablas. Los peñistas se hicieron con el balón y fueron los únicos que rondaron con peligro la portería contraria. Da Silva, tras zafarse de Lucas y Moro para lanzar desviado, y Carvajal, que cazó un balón suelto y remató a los pies del portero, rondaron el segundo para la Peña ante un ‘San Rafi’ que no hallaba la forma de ver puerta. De hecho, sus mejores ocasiones fueron dos lanzamientos desde unos 30 metros, uno de Nil que atajó sin problemas Seral y otro de José García que el cancerbero envió a córner poco antes del descanso.

Tras el asueto, ambos equipos cambiaron piezas, pero el guión siguió siendo el mismo. Es más, la Peña ganó velocidad y profundidad por las bandas con Aledda y Aitor, que rindieron a un alto nivel. Y ojito al ex del Rápid, que promete... y mucho.

Pomar, a la madera

Piquero, en el minuto 60, rozó el 0-2 con un cabezazo al centro que Moro envió a saque de esquina. ‘Macarroni’, que falló un mano a mano, y Da Silva, que se entretuvo demasiado con los regates cuando estaba solo, también acariciaron el segundo gol, pero más cerca estuvo Pau Pomar con un cabezazo al palo (76’). Un remate de escorpión de Da Silva tras una gran jugada de Aitor fue la única nota destacable de la recta final de un encuentro que sirvió para mandar una invitación de optimismo a los seguidores de ambos clubes.