Toni López, del Santanyí, dispara a la portería de Ángel, portero del Isleño. g Foto: JAUME MOREY

Santanyí:

Lozano (1), Garí (1), Nicolau (1), Estelrich (1), Antonio López (1) (Vicens, s/c), Giménez (1), Ganea (1), Simón (1), Raúl Fernández (1), Picornell (1) (Donato Cendrós, 0) y Salvà (1) (Ramos, 1).

Atlético Isleño:

Ángel Ramírez (3), Juan Martínez (1) (Tomás Rojo, 1), Víctor Hurtado (1), Javi Escandell (1), Pepe Grimaldo (1), César Valdés (1), Víctor Galera (1), Vega (1) (Franco, 1), Suso (1), Puet (1), Paolo (1).

Árbitro:

Valverde Martínez. Amonestó al local Garí y a los visitantes Galera y Javi Escandell. Expulsó con roja directa al futbolista del Santanyí Donato Cendrós (min.77)

Redacción

El guardameta Ángel Ramírez fue el protagonista del punto conseguido por el Atlético Isleño en su visita al complicado feudo del Santanyí al detener un penalti de Javi Escandell en la segunda mitad (0-0). La parada resultó providencial para que el conjunto ibicenco volviera a puntuar tras su derrota la semana pasada en Can Misses en el derbi ante la Peña Deportiva.

El Isleño acabó jugando el último cuarto de hora ante diez futbolistas tras la expulsión del jugador local Donato Cendrós (min. 77), aunque no fue capaz de aprovechar su superioridad y acabó el choque sin perforar la meta rival por cuarta ocasión en lo que va de temporada.

Los hombres de Antonio Asensio hicieron un partido serio aunque sin grandes alardes en materia ofensiva. Demostraron de nuevo, eso sí, su solvencia defensiva al contener al máximo realizador de la categoría como es el Santanyí, equipo que acumula 14 tantos a favor.

Las mejores ocasiones, de hecho, las tuvo el cuadro visitante. En la primera parte, Juan Martínez recibió el balón en el punto de penalti tras un córner y remató a las nubes. Fue buenísima la oportunidad. Tras el descanso, los tiros exteriores fueron el arma principal de los de Vila. Juan Martínez y Paolo probaron fortuna sin suerte. Eso sí, Ganea también tuvo una buena ocasión en sus botas en un centro al segundo palo que voleó alto. Al final, el desacierto ante la meta pasó factura a ambos equipos, que se tuvieron que conformar con un punto cada uno.