Adrián Ramós, en un lance del pasado encuentro ante el Manacor.

Con la mente y las pulsaciones relativamente calientes tras el derbi de anteayer se ha desplazado el San Rafael rumbo a Coll d’en Rebassa, donde esta tarde dirime su primera final para escapar del furgón de cola de la clasificación frente al Collerense (17,30 horas).

Levantar anímicamente al equipo y transmitirle la garra y la concentración que necesita para alejarse de las derrotas ha sido el árduo trabajo de Vicente Román. El técnico gallego confía en que no queden secuelas en el equipo de la dura derrota infligida por el Formentera (0-3) y de las cuatro que acumula de manera consecutiva.

El plantel ‘blue’ jugará al límite en paenas 48 horas, el escaso margen que transcurrirá entre las dos citas a las que va a hacer frente. El cansancio acumulado puede ser otro factor condicionante en el choque que enfrenta al decimoquinto clasificado y a su inmediato perseguidor en la clasificación, un Collerense que suma cuatro empates seguidos, pero que desconoce la victoria –la única que ha obtenido– desde el pasado 15 de septiembre.

La misión del San Rafael será alejar a un rival directo por la permanencia y mejorar sus prestaciones en defensa.