Toledo, delantero del Puig d’en Valls, trata de zafarse en carrera de varios jugadores del Rápid.

PUIG D'EN VALLS: 0

CF RÁPID: 0

Mal empiezan las cosas para el CF Rápid, el principal aspirante al título de Preferente. El equipo de Iván Córdoba no pasó del empate sin goles en Puig d’en Valls, en un partido en el que las ocasiones brillaron por su ausencia y en el que el protagonismo recayó en el árbitro. 18 tarjetas amarillas, cuatro rojas y tres expulsiones verbales –así se hace con los técnicos– mostró Josep Roig.

Justificar el resultado por la actuación arbitral sería lo más fácil, pero nada más lejos de la realidad. «En boca cerrada no entran moscas», dice un viejo proverbio. Muchas de las tarjetas se debieron a protestas más que evitables. Otras, por faltas merecedoras de ello. No hay más. Que la cifra es exagerada para lo visto en el terreno de juego, puede ser cierto, como también que jugadores y técnicos no colaboraron.

En lo meramente deportivo, el Rápid trató de llevar la iniciativa, protagonizando incluso algún intento de jugar el balón desde atrás. Pero delante tuvo a un sólido PDV, que supo tejer bien su telaraña en la retaguardia. Encima, Pepe Ruiz se lesionó al cuarto de hora de juego, trastocando los planes iniciales de un conjunto amarillo que tuvo dos buenas ocasiones para desnivelar la balanza en la primera parte. La primera, en un remate a la media vuelta de Eloy al borde del área pequeña que se marchó mansamente a las manos del portero; la segunda, sobre la bocina, en un cabezazo del central Lolo, libre de marca en el segundo palo, que se fue por muy poco junto al poste.

[Lea todos los detalles de la información en la edición impresa o en Kiosko y Más]