Un momento de la salida de la pasada edición desde el Faro de La Mola.

Lo de sufrir sobre el asfalto está de moda. Como si una buena manera de aliviar las dificultades diarias a las que enfrenta la crisis económica fuera desempolvar las zapatillas y echarse a la calle a correr. Dicho así puede resultar masoquista, pero quizás cambia la película si el escenario sobre el que arrancar a sudar es Formentera.

Cada vez son más los enamorados de las carreras populares en las Pitiüses, pero pocas pruebas han logrado la captación que está alcanzando la Mitja Marató Illa de Formentera. Para la quinta edición, que tendrá lugar el próximo sábado 18 de mayo ya hay reservadas 1.170 inscripciones sobre un tope establecido en 1.200 (más 600 para la prueba de 8 kilómetros).

La clave de tal volumen de participantes reside en varios factores, entre los que destaca la idílica estampa que ofrece la pitiusa menor para practicar deporte en el mes de mayo, la estrecha colaboración de todos los estamentos de la isla en el apartado organizativo o el reclamo que supone la presencia de ‘históricos’ maratonianos como Martín Fiz o Abel Antón.

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