Jesús Fraga, ‘Suso’, con el balón, ha sido uno de los pilares del Atlético Isleño desde que arrancara la temporada el pasado mes de agosto. | (c) Sergio G. Canizares

Vive el Atlético Isleño una situación insostenible a todos los niveles. Con tres jornadas por delante en las que debe ratificar su permanencia en Tercera División, la entidad de la Vía de Campanitx piensa más en bajar la persiana y decir adiós que en planificar la próxima temporada. Y el vestuario, ni digamos. Es vox populi que tanto el presidente, Vicente Torres, ‘Murtera’, como el director deportivo, Toni Torres, han desistido hace tiempo de su deseo de levantar el club y crear arraigo en la capital. Sin masa social ni liquidez, la vía más rentable es pinchar el globo y buscar nuevos proyectos.

En lo deportivo, el equipo ha caído en la desgana durante los últimos meses a medida que perdía efectivos y posiciones en la tabla clasificatoria. Uno de los capitanes que aguanta en pie en el barco azul es Jesús Fraga, ‘Suso’, incombustible centrocampista natural de Sant Antoni. El extremo reconoce abiertamente que hace muchas jornadas que el vestuario perdió la fe. Solo el orgullo es capaz de que el plantel apriete los dientes en cada partido.