Aparicio se anticipa a Piquero para despejar la pelota.

Si se supone que, por lo general, los derbis suelen ser grandes partidos, el de ayer no debería considerarse así. El San Rafael y el Formentera no disputaron un duelo brillante ni de calidad. Sí ofrecieron intensidad y entrega, pero con eso no basta para crear ocasiones de peligro. De hecho, solamente hubo una verdaderamente clara. Fue en la segunda parte, en la que Moro se lució en el mano a mano con Carlos López, que no supo dribarle. Por lo demás, el encuentro fue insípido, soso y, en muchos momentos, aburrido, sobre todo en la primera parte, en la que se podría afirmar que bostezó hasta el balón.

Luis Elcacho, como había adelantado Ultima Hora Ibiza y Formentera en la edición de ayer, cambió el dibujo para la ocasión y dispuso un trivote en la medular con Maikel, Armando y Urrea. La táctica sirvió para contener al cuadro local, que apenas se aproximó al área rojilla, y garantizarse la posesión del balón, pero tuvo efectos secundarios. No en vano, limitó bastante los argumentos ofensivos de los formenterenses.

El San Rafi, por su parte, fue fiel a su estilo. Eso sí, apostó por algo más de raza y experiencia en su once titular. Nil y Fisher no fueron de la partida y la dupla de pivotes contó con Elías e Iván Morales, desplazándose Adri Sánchez al costado derecho. La media punta fue para De Pablos y el puesto de delantero, para Carvajal, quedándose Ramos de inicio en el banquillo.