El Ushuaïa Ibiza se dejó la piel sobre la pista y supo agradecer tras la victoria el apoyo de la afición desplazada a Guadalajara, donde hoy disfrutarán de su primera final en la Copa.

La historia siempre guarda un capítulo más para las hazañas del Ushuaïa Ibiza Voley, uno de los clubes deportivos de ámbito nacional que mayor florecimiento ha experimentado en el último lustro. La escuadra ibicenca ascendió ayer un nuevo peldaño en su particular expediente al clasificarse para su primera final en la Copa del Rey de voleibol, una prestigiosa competición que este año cumple su trigésimo noveno aniversario en el Palacio Multiusos de Guadalajara.

El colectivo amarillo se citó con la épica para remontar su encuentro de semifinales y cobrarse su particular venganza ante el Vecindario Gran Canaria (3-1), verdugo de los pitiusos en la pasada edición copera celebrada en sa Blanca Dona.

Al contrario que entonces, el duelo resultó vibrante y respondió a la igualdad con la que llegaban ambos conjuntos al encuentro. El Ushuaïa Ibiza, que arrancó el choque con notable nerviosismo, fue capaz de darle la vuelta al marcador para imponerse en una apasionante batalla que le sitúa a un solo paso de su primer gran título a nivel nacional.

La encomiable labor defensiva de los pitiusos, el excelente trabajo en la red y la soberbia actuación en ataque de Nicolás Ronchi y Edmond Solanas fueron las claves del triunfo más importante de los ibicencos.