Los milagros existen y el Formentera puede dar buena fe de ello. El equipo de Luis Elcacho tiró de heroica para apuntarse la victoria ante el Poblense en un final agónico, no apto para cardíacos. El cuadro rojillo encajó el 0-1 en el minuto 86 y fue capaz de dar la vuelta al marcador para llevarse los tres puntos y mantenerse en la pelea por la segunda plaza de la clasificación, algo crucial para el factor campo en las eliminatorias por el ascenso a Segunda División B.

Tras un primer tiempo para olvidar, en el que las ocasiones de gol brillaron por su ausencia, todo se resolvió tras el descanso. En el minuto 65 se produjo una jugada clave. El portero visitante no midió bien en la salida y acabó llevándose por delante a Winde con una patada más propia de una película de Karate Kid que de un partido de fútbol. Vio la roja y dejó a su equipo con uno menos.

Con todo, los mallorquines aguantaron bien el tipo e hicieron saltar las alarmas a falta de cuatro minutos para la conclusión. Un contraataque finalizado por Canals puso por delante al Poblense. Menudo jarro de agua fría. A los aficionados, además, no le gustaron las celebraciones de los de sa Pobla.

Reacción

El silencio se había apoderado por completo del Municipal de Sant Francesc. Entonces, José Carlos Moreno apareció para salvar los muebles. Primero, empató la contienda en el minuto 89 y, al borde del 90, envió el balón a Piquero para que éste se lo cediera a un Winde que no desaprovechó el favor para completar la remontada. La grada se venía abajo. La euforia se apoderó de los aficionados y del equipo formenterense, que acabó celebrando la victoria como si de un título se tratara en pleno campo. La ocasión lo merecía. Una gesta así no se consigue todos los días.