Ana Ferrer, con una sonrisa en el rostro, posa con la pancarta que le hicieron sus compañeras con motivo de su regreso a la competición.

El 20 de septiembre de 2014 se puede considerar como la segunda fecha de nacimiento de Ana Ferrer Prohías. La ibicenca, de 24 años, volvió a jugar un partido oficial de División de Honor femenina después de haber superado una lesión, sufrida el 25 de enero durante el encuentro contra el Kukullaga Etxebarr, que le obligó a operarse de ligamentos y del menisco.

La carismática jugadora, que marcó en su regreso dos goles en casi 20 minutos de juego contra el BM Málaga Costa del Sol, recibió ese día el cariño de todas sus compañeras, que la sorprendieron justo antes del inicio del enfrentamiento con una pancarta que rezaba: «Siempre te han gustado los retos, #3».

«La pancarta decía lo mismo que la camiseta que me regalaron en su momento para animarme. También me regalaron una almohada con la misma frase. Me hicieron llorar», recuerda la máxima exponente del balonmano ibicenco.

Ana Ferrer, que juega con el dorsal número 3, no olvida el largo proceso de rehabilitación al que se ha sometido. «Al principio, sobre todo, se me hizo larguísimo, porque, al haber afectado también al menisco, estuve el primer mes sin apoyar la pierna. Después llegó lo más doloroso y duro con diferencia de toda la recuperación, que era la flexión. Luego, cuando ya caminas, todo va mucho más rápido. Te motivas sola y vas haciendo poco a poco más».

La ibicenca ha vivido un verano muy particular, ya que «por las mañanas estaba en rehabilitación y por la tarde, trabajando». «Tuve muy poco tiempo para mí, pero ha merecido la pena», agregó. A la jugadora se le vio siempre optimista durante la recuperación, pero la profesión va por dentro: «Se me vio optimista más que nada porque la gente que me ha rodeado me ha ayudado a ello. No me gusta hablar demasiado de mí y la gente ha influido a diario para ser tan optimista, porque la verdad es que, por dentro, ha sido duro. Han sido los momentos más duros de mi vida sin lugar a dudas».

La ibicenca, que salió a la pista el pasado sábado «como si fuera el primer partido, con muchos nervios», tiene ahora como meta volver a ser la de antes. «Lo que quiero es recuperar el disfrute por el deporte y pasármelo bien en la pista. Me siento un poco rara porque todavía no juego como antes, como es lógico. Quiero recuperar esas sensaciones y disfrutar con mi equipo», indicó la capitana del BM Alcobendas, club que tendrá difícil luchar por la liga este año. «No renunciamos a nada, pero, en principio, hay que trabajar muchísimo, porque los equipos están mejor que nunca este año», dijo al respecto Ana Ferrer, que, por fin, está de vuelta.