Una imagen general del Espacio del Mar del Salón Náutico Internacional de Barcelona, ayer durante la presentación de La Ruta de la Sal. | AlfredFarre.com

Ayer se presentó en el Espacio del Mar del Salón Náutico Internacional de Barcelona la vigésimo octava edición de La Ruta de la Sal-Trofeo Pepe Ferres 2015, acto que ha contado con representantes pitiusos. Entre otros se encontraban Vicent Serra, president del Consell d’Eivissa; Pepita Gutiérrez, alcaldesa de Sant Antoni; Carmen Ferrer, consellera de Turisme del Consell d’Eivissa; Vicent Ribas, regidor de Turisme del Ayuntamiento de Sant Antoni; Javier Planas, comodoro del CN Sant Antoni.

La Sal no es una regata fácil. Negociar con el mar balear en Semana Santa con rumbo a la isla puede ser una aventura, a veces con poco viento y otras, con más del deseado, lo que la convierte en un juego para expertos. Será, también, como cada año, el arranque de todo un proceso organizativo que permitirá que, el próximo 2 de abril, La Sal pueda zarpar desde el Real Club Náutico de Dénia y el Club Marítim Port Ginesta, con destino hacia Sant Antoni de Portmany.

Para los participantes llega el momento de inscribirse y comenzar a planificar los primeros ‘bordos’ de la regata, prácticamente un ritual cargado de magias, alegrías y esperanzas que culminara, tras el invierno, en el mismo momento de cruzar la línea de salida hacia Eivissa.

Sin lugar a dudas, el gran atractivo de La Sal, el que hace que cada año muchos regatistas apuesten incondicionalmente por participar en esta competición, radica en que se trata de una regata de altura asequible por distancias y tiempos, pero que, de alguna manera, recoge todas las características y particularidades que más definen a una competición en alta mar.

Pero, tal vez, lo que es más importante es que, tras 28 años de historia, la organización de La Ruta de La Sal se mantiene fiel a aquellos planteamientos que hicieron que, en aquel ya lejano 1989, Pepe Ferres y su equipo de ANAM apostasen por esta gran aventura. La Ruta de La Sal continúa hoy siendo una regata diseñada para fomentar la afición por la navegación de altura, una regata abierta con muchas opciones para participar.

Las clases agrupan a las embarcaciones por periodos cronológicos, lo que equipara diseños y modelos constructivos, buscando una contemporaneidad que, normalmente, equilibra mucho las cosas. Hay opciones para tripulaciones completas y reducidas, para equipos femeninos o multicascos, incluso para flotillas ‘charter’. En el mar hay muchas ayudas, con sistemas de comunicación que organizan y estructuran la competición, ubicando regularmente a cada participante, dulcificando, en muchas ocasiones, una navegación dura por mucho o por poco viento.

Participación

Para 2015, la organización estima la participación de entre 170 y 180 embarcaciones, con flotas representativas de unos treinta clubes náuticos y marinas. La participación internacional reunirá, sobre la base de las estadísticas de los últimos años, algo más de 25 equipos procedentes de Francia, Italia, Inglaterra, Irlanda, Luxemburgo, Alemania y Holanda, entre otras posibles nacionalidades. Eso sin olvidar, claro está, la amplia y nutrida representación española.


En general, habrá una participación importante y muy plural entre los que se encontrarán, para defender sus títulos, los ganadores de la última edición: el Swam 45 Coratge, campeón de la versión Norte con un tiempo de 26h39’, y Café del Mar, un J92S que se adjudicó la versión Este de la regata tras invertir un tiempo de 32h59’17’’ desde Dénia.
La versión Norte de La Sal, que zarpará el 2 de abril de 2015 a las 10,00 horas desde el CM Port Ginesta, se competirá, como ya es habitual, sobre un recorrido de 140 millas con rumbo directo hasta el CN Sant Antoni de Portmany. Será una navegación de altura muy condicionada por los panoramas meteorológicos de las costas norte de Mallorca y Eivissa.

La versión Este, con salida prevista para las 14,00 horas del mismo día desde el RCN de Dénia, implica un circuito de 120 millas que obliga a los equipos en competición a tomar Formentera por babor, la isla de Tagomago y, navegando por la costa norte de Eivissa, llegar hasta Sant Antoni de Portmany, recorrido, este último, que podría modificarse si las condiciones meteorológicas así lo sugiriesen.